El índice de precios al consumidor en China subió ligeramente en agosto hasta alcanzar un máximo en seis meses, de acuerdo con datos oficiales conocidos el lunes, que no tranquilizan sobre la lentitud del gasto en la segunda economía mundial.
Los líderes en Pekín buscan impulsar la actividad económica doméstica a medida que los problemas en el sector inmobiliario y las fricciones en el comercio pesan sobre la confianza.
El índice de precios al consumidor -cifra clave de la inflación- aumentó un 0,6% interanual en agosto, ligeramente por encima del 0,5% de julio, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
La cifra fue la mayor desde febrero, pero llega un poco por debajo de la expectativa del 0,7% de una encuesta de Bloomberg a economistas.
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Mientras varias grandes economías occidentales han estado luchando con la amenaza de una inflación elevada, China, en cambio, ha intentado evitar otra caída de los precios.
A finales de 2023, el país se hundió en una deflación por cuatro meses, con la mayor contracción de precios al consumidor en 14 años en enero.
