Imagine que el domingo 1.° de febrero del 2026 usted acude a su centro de votación para elegir el próximo presidente y diputados del país. Normalmente, usted llega a su mesa electoral y presenta su cédula para identificarse. Sin embargo, esta experiencia cambiará en los próximos comicios, ya que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) implementará un padrón digital, de manera que los votantes puedan identificarse con sus huellas dactilares utilizando un dispositivo electrónico.
Este proyecto permitirá agilizar todos los procedimientos que se realizan en torno al ejercicio del voto, desde autenticar a los integrantes de las juntas receptoras de votos (JRV) hasta registrar incidentes y verificar al elector utilizando biometría. Según explicó el Tribunal, en primera instancia se utilizarán huellas dactilares, pero en el futuro podría implementarse identificación mediante reconocimiento facial.
La iniciativa, bajo el número de proyecto PETI-P08, forma parte de un estudio que comenzó en julio del 2020, con el objetivo de implementar una solución tecnológica para modernizar los procesos de apertura y cierre de las juntas, así como las tareas que ejecutan los integrantes de las JRV el día de la elección.
Para las elecciones presidenciales y legislativas de 2022, el TSE abrió 6.767 juntas receptoras de votos. Los padrones digitales se empezarán a implementar en 130 juntas en las elecciones del 2026. Con esta iniciativa, el Tribunal pretende:
Para utilizar la verificación por datos biométricos el Tribunal Supremo de Elecciones tendrá que comprar dispositivos electrónicos parecidos a tabletas, pero que cuentan con un panel para la toma de huellas dactilares. Se requerirá adquirir un dispositivo para cada junta receptora de votos.
De acuerdo con el TSE, uno de los beneficios complementarios de comprar estas tabletas es que se podrán utilizar en otros eventos del ámbito electoral. Por ejemplo, se podrían habilitar durante las asambleas de los partidos políticos para la verificación de los militantes, e incluso para la recolección de las firmas necesarias para crear nuevos partidos o solicitar iniciativas populares, como los referendos.
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Para realizar este proyecto, el Tribunal Supremo de Elecciones tendrá que materializar dos componentes. El primero de ellos es la adquisición de las tabletas especializadas, el segundo es el desarrollo de una aplicación a la medida de los requerimientos.
La aplicación necesaria será desarrollada por los departamentos tecnológicos del Tribunal, mientras tanto, la entidad prepara una compra por ¢65 millones para la adquisición de los primeros 130 dispositivos necesarios para aplicar los padrones digitales en las elecciones de 2026. Estas tienen un costo aproximado de ¢500.000 por dispositivo.
Posteriormente, el plan contempla adquirir 1.100 dispositivos más por año, a partir del 2026, de manera que, para 2031, se tengan 6.750 tabletas. Esto implicará una inversión de ¢547 millones por año, para un total de ¢3.347 millones al final del plan.
Tanto las primeras tabletas como la aplicación deben estar listas a más tardar marzo del 2026.
El TSE contempla que estos aparatos tienen una vida útil de 6 años, por lo tanto, a partir de 2032 deberán presupuestar ¢250 millones anuales para sustituir 500 dispositivos. De esta forma, el reemplazo será paulatino.
“El escenario antes planteado permitiría cubrir con padrón electrónico el 33% de las juntas para el proceso electoral 2028, un 66% para el 2030 y el 100% de las juntas para el proceso electoral del 2032. El TSE cuenta con experiencia en el uso y creación de aplicaciones que utilizan el registro y la identificación por medios biométricos y en particular con huellas dactilares, utilizando lectores o por el método sin contacto”, detalla el estudio técnico realizado.
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La directora de Estrategia Tecnológica del TSE, Xenia Guerrero, explicó que para la institución es más económico comprar los dispositivos y no alquilarlos, como se hace en otros países. Además, destacó que la implementación de los padrones digitales permitirá disminuir no solo la huella de carbono, sino también los costos de desarrollar una elección.
“El tema de biometría y de identificación de personas no es un tema nuevo, el Tribunal viene capturando biometría de los ciudadanos de este país desde 1998, mediante los servicios que ofrece (como la gestión de cédulas de identidad). El TSE tiene la madurez para manejar la información, gozamos de un padrón electoral robusto y el Registro Civil tiene más de cien años”, explicó Guerrero, que fue una de las firmantes del estudio técnico que avaló la iniciativa.
Finalmente, la directora de Estrategia Tecnológica aclaró que la integridad del ejercicio del voto se mantendrá intacta, ya que los padrones digitales no influirán en el ejercicio del sufragio, sino solo en la identificación de los votantes.
“Con este sistema se podrían ver comportamientos durante el día de la elección, podríamos saber cuántas personas han ido a votar y generar alertas para decir que hasta cierta hora había votado equis cantidad de personas. También podríamos tener la información inmediata del abstencionismo, saber a dónde votó más gente, esa analítica siempre se tiene, pero esta vez será más sencillo y preciso”, concluyó Guerrero.
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