En apenas ocho años (2014-2022) la provincia de Alajuela duplicó la cifra de homicidios. Pasó de 52 en el primer año, a 108 en el 2022, 103 el año pasado y es muy posible que el 2024 cierre con más de un centenar de víctimas.
Sin embargo, los datos absolutos son engañosos, pues aunque es la cuarta provincia con más casos, su tasa es de 9,5 homicidios por cada 100.000 habitantes, mientras que la nacional es de 17,2. Además, hasta este 6 de setiembre, la provincia suma 68 asesinatos, cifra prácticamente idéntica a la registrada en el mismo periodo del año anterior(69).
Pablo Bertozzi, director regional de la Fuerza Pública, quien tiene a cargo el cantón central de Alajuela y otros nueve de los 16 que conforman la provincia, sostiene que mantener las estadísticas estables depende, en parte, de enfocar el trabajo policial en las zonas con mayor tendencia a conflictos entre estructuras criminales.
Por ejemplo, para anticiparse a la comisión de este tipo de delito, Bertozzi apuesta a labores de inteligencia para identificar a población sospechosa. Se realizan patrullajes nocturnos en bares, licorerías y otros puntos donde la gente suele reunirse a altas horas de la noche, a veces para consumir licor o drogas, o para planificar hechos criminales.
Agrega que ese asedio busca desalentar el uso de las calles y otros espacios públicos por parte de bandas delincuenciales. Para ello cuenta con el respaldo de otros cuerpos policiales, que también detectan delincuentes en áreas peligrosas como el precario Los Huevitos o el Infiernillo en Santa Rita, distrito de San José de Alajuela.
Al revisar las cifras por cantón, de los 68 crímenes contabilizados en lo que va de este año en Alajuela, 26 ocurrieron en el cantón central, el 37% del total, le sigue San Ramón, con 12 y San Carlos con 11. De los 16 cantones, Alajuela centro es el más densamente poblado y con mayor diversidad comercial, lo que explicaría, parcialmente, por qué tiene un peso mayor en la incidencia de homicidios.
A esto debe agregarse el hecho de que ese cantón albergue el principal complejo penitenciario del país, que también aporta decesos. En lo que va del año, cinco personas han fallecido en riñas entre reclusos. Una de ellas fue el 9 de agosto, cuando un reo de apellido Lira, de 27 años, fue apuñalado en su celda y murió poco después en el Hospital San Rafael. El 19 de agosto, otro recluso, de apellidos Villavicencio Gamboa, de 43 años, sufrió el mismo destino.
Este 2024 podría llegar a 100 por tercer año seguido
FUENTE: OIJ || infografía / LA NACIÓN.
Además de los muertos en La Reforma, el cantón central acumuló tres homicidios más. El 13 de agosto, en una mueblería en La Guácima, Gerardo Acosta, de 62 años, fue asesinado. Los hechos ocurrieron luego de que, al parecer, un cliente se molestó porque Acosta no le fabricó unos muebles por los que, supuestamente, ya había pagado. Tras una discusión, el sospechoso, de apellido Rodríguez y de 69 años, regresó armado al local y le disparó en varias ocasiones, acabando con su vida en el sitio.
El 26 de agosto, en un minisúper junto a la estación de buses Fecosa, un comerciante chino mató a balazos a un supuesto asaltante que lo habría amenazado con un arma blanca. En este caso, falleció un nicaragüense de apellido Jiménez, de 25 años, mientras que al comerciante, de apellido Zhang, se le decomisó el arma y se le dejó a la orden de la Fiscalía para la investigación.
El homicidio más reciente ocurrió el 30 de agosto, cuando un hombre de 36 años, de apellido Araya, murió baleado en Invu Las Cañas, en Río Segundo. La víctima llegaba a su casa en un automóvil con dos personas más cuando fue atacado por pistoleros que llegaron en otro vehículo. En la vivienda del fallecido, el OIJ encontró drogas, vapeadores y dos armas de fuego, por lo que se investiga si disputas territoriales entre bandas provocaron este asesinato.
Pablo Bertozzi aclaró que no puede generalizarse que todos los casos de sicariato ocurren en zonas críticas; sin embargo, el mayor peso lo llevan comunidades como Desamparados, barrio San José, San Antonio y Copán de Montecillos.
Además de encabezar la estadísticas de delitos contra la vida en la provincia, el cantón central de Alajuela acumula la cifra más alta por robo de vehículos. Entre el 1.° de enero y el 6 de setiembre registra 374 denuncias, por encima del cantón central de San José, con 309 y en el cantón de Puntarenas con 144 casos.
También se ha identificado la existencia de bandas dedicadas a asaltar contenedores, que a veces son interceptados en la carretera Interamericana y trasladados a Alajuela para descargar la mercancía.
Casi la mitad de los 52 casos denunciados el año pasado por robo de furgones fueron en el cantón central. Existen puntos donde se interviene con frecuencia, ya que se ha detectado que los delincuentes llegan a “enfriar” el golpe, es decir, ocultan el contenedor y lo abren horas o días después para vender la mercancía, que en muchas ocasiones se ofrece en grupos de WhatsApp o con la complicidad de otros transportistas que redistribuyen las cargas.
En cuanto a los delitos contra la propiedad, Bertozzi mencionó que el cantón de Alajuela y sus alrededores han experimentado una disminución del 12% con respecto al mismo periodo del año pasado. En relación con los asaltos a peatones, indicó que hay operaciones dirigidas a detener a los individuos que se dedican a eso, muchos de los cuales ya están en prisión preventiva.
Junto con la Fiscalía y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), tienen objetivos comunes de persecución penal basados en las investigaciones, que regularmente les permiten sacar de las calles a delincuentes. Según el OIJ las denuncias por asaltos en ese cantón apenas tuvieron una leve baja el año pasado al registrarse 663, siete menos que en el 2022.