Un multimillonario quiso demostrar que podía renunciar a su fortuna y comenzar desde cero, logrando en un año tener $1 millón (aproximadamente ¢520 millones). Lo que nunca imaginó fue que no le resultaría tan fácil, y en el camino descubrió realidades que nunca antes se había planteado.
Mike Black es un empresario y youtuber que se hizo famoso por abandonar sus lujos y comodidad, con el fin de demostrar que cualquier persona podía volverse rica en menos de un año.
El estadounidense dirige una agencia de desarrollo de software, la cual le genera millones de dólares cada año. Sin embargo, un día decidió dejar todo atrás para realizar un experimento en el que sostenía que sí era posible ganar $1 millón en tan solo un año.
Black lo anunció en sus redes sociales como “El desafío de la vuelta del millón de dólares”. La idea principal de este proyecto era demostrar a los demás que solo se necesita dedicación, trabajo duro y conocimiento de los negocios para ganar mucho dinero.
“Conocí a muchas personas que lo perdieron todo durante la pandemia y se deprimieron mucho. Incluso tuve un amigo que perdió un negocio de $10 millones de la noche a la mañana”, explicó a sus seguidores en un video de su canal de YouTube.
Con esta idea, él quería colocarse en el lugar de todas aquellas personas que, de una u otra forma, les tocaba comenzar desde cero. Buscaba demostrar que sí era posible alcanzar esa cantidad.
Al comenzar, Mike se enfrentó con un duro golpe: pasó de dormir en su cómoda casa a hacerlo en la calle. Quedó muy sorprendido al ver que los extraños pasaban a su lado y le negaban incluso un vaso de agua.
Después de pasar varias noches en la calle, Black conoció a un hombre que le ofreció dormir en su casa. No solo le dio un lugar donde quedarse, sino que también compartió su comida. En esos días difíciles, pensó en abandonar el experimento, pero quiso seguir adelante para demostrar que sí era posible lograrlo.
Mike Black comenzó a ver la luz cuando ganó sus primeros $300 vendiendo muebles en páginas en línea, como Craigslist y en el Marketplace de Facebook, donde actuaba como intermediario entre el vendedor y el comprador.
Después de un mes de arduo trabajo, finalmente pudo mudarse a un pequeño apartamento. Gracias a estas transacciones, que le generaron suficiente dinero, pudo comprarse una computadora para seguir con su negocio. En tres meses, consiguió un puesto de administrador de redes sociales. Esta fue la mejor etapa de su proyecto, e incluso pudo lanzar su propia marca de café.
“Estoy comenzando una marca de café. Ahora tengo un tipo de café en Austin. Quiero decir, ¡todo va en la dirección correcta! ¡Hace tres meses estaba sin hogar!”, comentó en uno de sus videos.
Durante los cuatro meses siguientes, Black demostró que era posible ganar una buena cantidad de dinero, pero el $1 millón seguía lejos. Sin embargo, recibió una mala noticia que lo hizo replantearse muchas cosas: su padre tenía cáncer de colon y había empezado la quimioterapia. A pesar de todo, decidió seguir adelante.
Continuó un par de meses más y, aunque su mente le decía que debía continuar, tuvo que revelar a sus seguidores lo que estaba ocurriendo, ya que su salud había comenzado a deteriorarse debido al estrés acumulado.
“He estado lidiando con muchas cosas personalmente, y recientemente ha sucedido algo que realmente me ha llevado al límite. Mi salud personal se ha deteriorado hasta el punto en que realmente necesito empezar a cuidarla. A lo largo de todo el proyecto, no lo hemos compartido con ustedes, pero he estado entrando y saliendo del consultorio del médico”, confesó Black.
Todo lo que estaba viviendo llevó al youtuber a tomar la decisión de abandonar el desafío, ya que debía cuidar su salud y estar pendiente de su padre.
“He decidido oficialmente terminar el proyecto antes de tiempo. Ahora, por mucho que me duela hacer esto, especialmente con solo dos meses por delante, siento que es lo correcto. La salud y la familia son mucho más importantes que el reto, así que decidí detener todo el proyecto”, concluyó.
Mike logró recaudar, en los 10 meses que duró su proyecto, $65.000 (aproximadamente ¢34 millones). Esta cifra resulta sorprendente, considerando las circunstancias por las que tuvo que pasar.
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