En pocos días, la Sala Constitucional autorizó que el TSE restaure la doble instancia al tramitar denuncias por beligerancia política, y una comisión especial legislativa actuó por partida doble: aprobó reformas al Código Electoral para regular la propaganda política en medios digitales y avaló que se dictaminen a favor las que fortalecerán el sistema de partidos.
Los tres cambios mejorarán la conducción de las elecciones e impulsarán una mayor representatividad. Los dos primeros tendrán impacto inmediato; el otro, diferido, pero muy relevante.
La decisión de la Sala se remonta al 2019, cuando acogió para trámite una acción de inconstitucionalidad contra el esquema adoptado por el TSE en el 2016 que, en apego a la normativa internacional de derechos humanos, estableció una doble instancia para tramitar los casos de beligerancia: la primera, constituida por magistrados suplentes; la de alzada, por titulares. A partir de entonces, suspendió su aplicación. En julio del 2023, la rechazó por la forma. Pocos días después, el accionante corrigió los fallos y la replanteó. La semana pasada falló en contra por el fondo.
En estos cinco años se acumularon 200 denuncias ante el Tribunal, pero todo indica que serán tramitadas con celeridad y, de nuevo, contaremos con un mecanismo eficaz y garantista para combatir la injerencia indebida de funcionarios en procesos electorales.
Las reformas sobre propaganda en las redes, dictaminadas en comisión, no garantizarán, pero sí mejorarán las posibilidades de tener más transparencia sobre su uso y reducir la desinformación en las próximas elecciones.
La iniciativa de mayor calado estructural se refiere a la constitución y cancelación de partidos, en particular los mínimos de adhesiones personales para inscribirlos. Hasta ahora, han sido 3.000 para los nacionales, 1.000 para los provinciales y 500 para los locales. Con el cambio pasarán a porcentajes: un 0,5 % de los respectivos padrones al momento de su constitución, y no menos de 3.000 adherentes en provincias y 1.000 en municipios. Este y otros ajustes promoverán agrupaciones más fuertes, estables y representativas.
Tras un prolongado letargo, al fin hay movimiento en el buen sentido, gracias a la Sala IV, el TSE, los diputados y grupos civiles visionarios. Hay razones para aplaudir.
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El autor es periodista y analista.
