El fútbol es su gran pasión. Gracias a este deporte, ha celebrado con euforia la conquista de campeonatos y ha llorado de alegría al cumplir su sueño de niño: marcar un gol en un Mundial. Keysher Fuller se siente pleno en su carrera, pero es consciente de que nada dura para siempre, por lo que ya planea su futuro lejos de las canchas.
Fuller cumplió 30 años en julio y, por primera vez en mucho tiempo, estuvo sin trabajo durante tres meses tras su salida del Herediano. A pesar de recibir varias ofertas, finalmente firmó con el Cartaginés a mediados de agosto. Esta experiencia le confirmó que no puede depender únicamente del fútbol y que no debe esperar hasta su retiro para definir qué hacer después.
Apasionado por la cocina, Keysher ha comenzado a dar pasos en el mundo de la gastronomía con el objetivo de convertirse en un profesional en esta área en un futuro no tan lejano. Además, ve en esta disciplina una fuente de ingresos a mediano plazo, a través de un proyecto que tiene en mente.
En el corto plazo, se ha involucrado en el negocio de bienes raíces en Limón junto a su tío, aprendiendo poco a poco los secretos de la materia. Por el momento, Keysher se encarga principalmente de aspectos logísticos y otras tareas necesarias, ya que debe combinar este emprendimiento con sus entrenamientos.
“Mi tío me enseña cosas que no sé, y voy aprendiendo. Actualmente, me toca buscar propiedades, casas, y avanzamos poco a poco. Nos estamos enfocando en la provincia de Limón, donde compramos y vendemos propiedades”, comentó Fuller.
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Reflexionó además: “Sé que el fútbol no es eterno, así que uno debe pensar en el futuro. Se me está dando la oportunidad y tengo que aprovecharla. Llevo cerca de año y medio en el negocio de bienes raíces y voy aprendiendo poco a poco”.
Esta labor le proporciona ingresos adicionales, aunque su objetivo es dominar el negocio para garantizarse mejores opciones de crecimiento a futuro, una vez que se retire del fútbol. Actualmente, Fuller utiliza su tiempo fuera de las prácticas para evaluar alternativas con su tío, comprar y vender propiedades, y así hacer crecer su patrimonio. Su mente sigue enfocada en el fútbol, y no planea dejarlo en los próximos años.
El defensor tiene claro que está en una buena etapa para construir capital e invertir lo que gana jugando en estos negocios. Además, espera que, al finalizar el Torneo de Apertura 2024, se le presente una oportunidad en el extranjero para mejorar su situación económica.
“Tengo mucha comunicación con mi tío. Como estoy en el fútbol, se me complica, pero él me cuenta todo. Si surge algo, lo discutimos y tomamos decisiones juntos. Estamos ambos involucrados en esto, y lo combino bien con el fútbol, aprovechando los tiempos libres”, explicó Keysher.
Fuller confía en que su buen desempeño en el Mundial de Qatar 2022, el gol que marcó a Japón para la victoria 1-0 y un repunte con regularidad en el Cartaginés sean buenas credenciales para convertirse en legionario.
Keysher Fuller es un amante natural de la cocina, un talento que desarrolló observando a su madre y practicando cada vez que tiene la oportunidad en su hogar. Incluso, invita a amigos para que prueben sus platillos, y muchos de ellos repiten después de descubrir el buen sazón del lateral, quien se especializa en comida caribeña.
Por ahora, este gusto por la gastronomía no se ha traducido en un negocio formal. Es más una pasión que una fuente de ingresos adicionales. Sin embargo, el defensor ya ha comenzado una carrera para convertirse en chef, y su gran anhelo es abrir un restaurante. Eso sí, su madre sería la jefa de cocina, ya que es quien mejor domina el arte culinario.
“Más adelante me gustaría montar un restaurante. Estoy valorando la idea, aunque sería más para manejarlo yo y mi mamá se encargaría de la cocina, porque ella es quien sabe y me enseñó todo lo que sé de cocina”, comentó Fuller.
El futbolista espera ajustar mejor su agenda para continuar con sus estudios en gastronomía. En este momento, tuvo que pausar su formación debido a la adaptación de su rutina tras firmar con el Cartaginés.
“Me gusta bastante lo de la cocina; incluso estoy en la universidad estudiando gastronomía, pero se complica avanzar en la carrera por el tema de los horarios. Muchos de los cursos son presenciales y chocan con los entrenamientos o los partidos, lo que lo hace difícil. Estoy empezando la carrera, pero ya sé muchas cosas y lo veo más a largo plazo”, explicó Fuller.
El plato estrella de Keysher es el rice and beans, un platillo que quienes lo han probado avalan como delicioso. Cada vez que lo prepara, el carrilero se luce, y no esconde que el secreto está en la receta que su madre le compartió, con todos los detalles necesarios para que salga perfecto.
Fuller dibuja una sonrisa cada vez que habla de la cocina, y por ello, no le teme al retiro del fútbol, pues se visualiza tanto como chef como en el negocio de bienes raíces.