El Juzgado Penal de Pavas dejó en libertad a los nueve detenidos el pasado jueves en cuatro allanamientos en viviendas y un local comercial en Santa Ana, relacionados con la muerte en mayo del empresario nicaragüense Lesther Alfonso Díaz Urbina, de 31 años.
De acuerdo con el departamento de prensa del Poder Judicial, el Juzgado Penal de Pavas ordenó medidas cautelares no privativas de libertad.
Así, cinco mujeres y cuatro hombres, de apellidos Aguilar Omodeo, Castro Chavarría, Sandí Villalta, Aguilar Coronado, Montes Sanabria, Solís Bustamante, Herrera Guerrero, Jiménez Cordero y Marín Jiménez, con edades entre 18 y 37 años, deberán firmar cada mes ante la fiscalía correspondiente durante los próximos seis meses. Además, deben abstenerse de tener contacto con testigos y ofendidos, y mantener sus domicilios. En caso de requerir un cambio de residencia, deberán informarlo al despacho judicial.
El fallecido era gerente de ventas y socio de la empresa Mundo BBQ, ubicada en Lindora de Santa Ana, dedicada a la venta y mantenimiento de asadores y accesorios.
Díaz Urbina fue privado de su libertad el 12 de mayo, mientras compartía con otras personas en Santa Ana. Al retirarse del lugar, junto a su hermano, fueron interceptados en el parqueo por dos personas que los confrontaron, alegando que les habían golpeado su vehículo.
Posteriormente, se produjo una discusión en la que Lesther Díaz fue agredido y llevado en su propio vehículo. No se tuvo noticia de él hasta diez días después, cuando sus restos, en avanzado estado de descomposición, aparecieron cerca de la represa hidroeléctrica Ventana Dos, en Las Vueltas de La Guácima, Alajuela.
Persisten dudas sobre quién mató a empresario en Santa Ana, pese a captura de nueve sospechosos
El OIJ todavía busca a dos sujetos más relacionados con este caso, quienes quedaron grabados en un video. Por ello, solicita a la ciudadanía que ayude a localizarlos. El carro apareció abandonado días después de la desaparición del empresario.
Por ahora, la Fiscalía no ha acusado a los detenidos del jueves por la muerte de Díaz, ya que inicialmente se les investiga por posibles delitos de robo y estafa. También, luego de la desaparición, se vació el contenido de una tarjeta de crédito de la víctima por un monto de ¢700,000.