El insomnio es el trastorno de sueño más común y también uno de los que más consecuencias tiene en la vida cotidiana de las personas. Se da cuando ocurren dificultades para conciliar el sueño, para mantenerse dormido o para lograr un sueño reparador. Estas condiciones se mantienen incluso cuando se tiene el tiempo y un buen ambiente para dormir.
Cada año, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) emite más de 350 incapacidades por este tema y similares. Y otros cientos de personas lo enfrentan sin buscar ayuda. Por esa razón, Siéntase Pura Vida se enfocará en este tema, en las señales para detectarlo, cómo combatirlo y cuándo es necesario buscar ayuda.
Para ello, se contó con la ayuda de la especialista en Medicina del Sueño Lilliana Estrada Chaverri, y con la información brindada por instituciones internacionales sobre el sueño.
“El 90% de las personas han tenido algún momento de insomnio en su vida. Y el 46% de los latinoamericanos reportan tener o una mala calidad de sueño, o un tiempo de sueño más corto del deseado, o tener un trastorno de sueño ya diagnosticado“, puntualizó Estrada.
Estrada manifestó que también hay diferentes niveles de insomnio. Una cosa es pasar una “mala noche” de forma esporádica y otra tener problemas más de tres veces por semana. En este último caso ya se trataría de un insomnio grave. Y podría hablarse de insomnio crónico si se tienen dos meses de presentar esta situación.
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Estrada manifestó que hay varias circunstancias que pueden dar origen a este trastorno de sueño. Por un lado, están los factores emocionales. Es normal tener problemas para conciliar el sueño o despertarse frecuentemente durante la noche si la persona fue despedida de su trabajo, o ha tenido una ruptura amorosa o divorcio o está viviendo un duelo por la muerte de un ser querido.
Otras causas situacionales, como cambios en horarios de trabajo, irse a vivir a otro país o la llegada de un bebé también pueden motivar trastornos del sueño.
El insomnio también puede surgir como evento adverso de algunos medicamentos. También puede darse por problemas metabólicos, como anomalías en la tiroides.
Por ello, dependerá de la causa del insomnio la forma de tratamiento que tendrá. En ocasiones, solo atender la causa médica eliminará al insomnio, en otras la terapia psicológica lo hará mientras que en otras se requerirá de medicamentos o cambio de algún tratamiento médico. En algunos casos serán necesarias varias estrategias para lograrlo.
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Algunos mitos sobre el buen dormir pueden hacer que el insomnio se genere o que empeore.
Hay que dormir “de corrido”. Es normal despertarse durante la noche. Ya sea para ir al baño, para acomodarse las cobijas o por otra razón. El problema se da cuando no se puede volver a conciliar el sueño.
El tiempo de sueño debe ser de ocho horas. Este es un promedio, algunas personas requieren más, otras menos.
Si no me he dormido a cierta hora, debo “obligarme”. Esto más bien puede dificultar el sueño.
El “falso insomnio”. Si la persona hizo siestas de dos horas o más durante el día es muy probable que al llegar la noche no tenga sueño y esto lo interprete como insomnio, cuando en realidad es que el cuerpo todavía no tiene necesidad de sueño y lo hará más tarde.
El tratamiento del insomnio no solo depende de la causa, también de la gravedad. Si son pocas las noches o la intensidad no es tanta, simples cambios en su rutina pueden ayudarle a dormir mejor.
Es necesario comprender que el reloj biológico del ser humano es sensible a la cantidad de luz, el tipo de luz y el momento dentro del ciclo de 24 horas en que se recibe esta luz. Por ello, es importante mantener un horario estable. Si usted tiene algún tipo de insomnio lo mejor es levantarse y acostarse siempre a la misma hora, y no dormirse con el televisor encendido o justo después de revisar el celular.
Además, evite hacer siestas, porque eso hará que se sienta menos cansado cuando llegue la hora de dormir.
Debido a este ciclo biológico, la exposición a pantallas después de las 10 p. m. o antes del amanecer puede complicar nuestro ciclo de sueño-vigilia y con esto sería más difícil dormir.
Este ciclo también lleva a que, en algunas personas, muchas actividades académicas o sociales durante la noche pueden dificultar conciliar el sueño, por lo que procurar regresar más temprano a casa es necesario.
Estas son las señales para identificar cuándo es necesario buscar ayuda, según la Organización Mundial de la Salud (OMS):
La especialista en sueño pidió no demorar la atención de este trastorno, porque cuanto más rápido se atienda más fácil será solucionarlo. En la mayoría de los casos, cuando se atiende a tiempo, el paciente no ocupa medicación.
Estrada señaló que muchos individuos que requieren de ayuda se automedican y esto va a empeorar el problema. O toman suplementos naturales que no son suficientes para remediar el problema. Y esto lleva a que el trastorno se haga crónico.
“El problema está en que varias personas comienzan a generar insomnio crónico. Incluso el dormir mal por mucho tiempo va a ser causa de un insomnio secundario. Cuando el paciente viene durmiendo mal desde hace tiempo, ir a la cama no es algo placentero, entonces esa preocupación de no dormir bien le va a generar más insomnio”, destacó.
Y tratar un insomnio crónico es más difícil, porque el paciente está acostumbrado a dormir mal o con miedo a dormir. Cuanto más crónico sea el trastorno, mayores problemas físicos se presentarán.
Estrada explicó que lo primero que se hace con el especialista es detectar la causa y aplicar terapia cognitivo conductual para llegar a los hábitos y ver qué cambios deben hacerse.
¿Dónde buscar ayuda? Hay especialistas en Medicina del Sueño en centros privados. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tiene clínicas del sueño en los hospitales principales, pero se requiere tener referencia del área de salud que corresponda.
Siéntase Pura Vida y busque ayuda cuando sea necesario.