El 17 de abril, fui víctima de fraude electrónico. En horas de la tarde, intenté ingresar a mi cuenta empresarial del Banco de Costa Rica, como todos los meses para realizar pagos y transferencias, y el sistema me enviaba mensajes de error. Acudí rápidamente a la sucursal, donde, durante la espera, comencé a recibir correos extraños sobre la creación de cuentas que nunca había solicitado. Después de alertar al personal, logré bloquear las cuentas, pero el daño ya estaba hecho: $19.950 habían sido transferidos en cuestión de minutos. La respuesta del Banco de Costa Rica fue alarmante. No solo la comunicación ha sido casi nula, sino que el proceso no ha sido claro ni transparente. Después de proporcionarles todos los documentos, pruebas y denuncias, y asegurarme de que en 30 días iba a obtener respuestas, han pasado más de 120 días y sigo siendo burlada por el BCR. Este caso ha sido tratado con múltiples excusas y fallos.
Andrea Ochoa Paz
Guanacaste
Es una lástima que una tan buena profesional como Karina Salguero haya renunciado a la dirección del Teatro Nacional. Ella ha desempeñado un excelente trabajo, y los costarricenses, orgullosos de nuestro teatro, han notado su labor. Apoyo su decisión. ¿A quién se le ocurre cambiar el logo del Teatro? Lo hemos presentado con orgullo desde su nacimiento. Parece el populismo inculto, desconocedor de nuestras raíces humildes pero cultas.
Marjorie González Gómez
Curridabat
Hace unos años, fui profesor invitado en el ICAP, en la Maestría en Administración de la Salud, y recuerdo varias tesis elaboradas por médicos y funcionarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) con alternativas muy interesantes para reducir las listas de espera, con acciones que estos profesionales consideraban factibles, amparados en su conocimiento de la casa desde adentro.
Yo esperaría que en este reto por buscar soluciones se escuchen las voces internas, las que conocen de primera mano las necesidades y cómo bajar esas listas, que son una vergüenza para el país y que las autoridades de la CCSS, desde el “olimpo de los dioses”, no han sido capaces de solucionar.
Gustavo Elizondo Fallas
Santa María de Dota
El 13 de julio, compré mediante la página de la Junta de Protección Social lotería por un monto de ¢32.000; sin embargo, los números no se activaron. Envié varios mensajes por correo a diferentes personas de la entidad y a la Contraloría de Servicios desde el 17 de julio, pero no me han realizado la devolución del dinero.
Paola Araya Castro
Escazú
Es increíble que el BCR SAFI y el Banco Popular hayan invertido en el Grupo Financiero Desyfin, donde la cúpula administrativa y sus socios son un clan familiar, y no en su cartera de clientes. Además, los créditos morosos de la financiera están concentrados, en gran porcentaje, en un grupo muy pequeño de acreedores.
Sería interesante saber si tienen alguna relación familiar, económica o empresarial con la alta gerencia, porque no se vale exponer a los ahorrantes a riesgos de esta índole.
Germán Alfaro Murillo
Nicoya, Guanacaste
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