Los encargados en los grupos narco de avisar a los vendedores de droga que se acerca la Policía, conocidos como “campanas”, han creado nuevos métodos para facilitar su trabajo en los barrios de San José.
Según la Fuerza Pública, en Sagrada Familia crearon una conexión eléctrica subterránea que incluye conectores para celulares al pie de las palmeras, lo que les permite mantener sus teléfonos cargados a lo largo del día y avisar con más facilidad sobre la presencia policial.
Asimismo, en el barrio María Reina de Hatillo, cuando los oficiales entran al sitio, se escuchan hombres y mujeres gritando “todo mal abajo”, “todo mal”, “viene el más rayado”, “no más”, como mensajes de aviso a los vendedores.
“A la hora de gritar esto, se pasa como un eco entre varios de ellos, y se va indicando para la gente que está en el lugar, tal vez haciendo alguna de sus fechorías, se pueda retirar”, declaró Osman Chacón, subdirector de la Fuerza Pública en San José.
También en Hatillo, se ubica el Pochote, sitio descrito por la Fuerza Pública como “un asentamiento con entradas muy complejas”. Allí, las campanas usan radiocomunicadores de corta distancia, conocidos como walkie talkie.
Al ingresar a las calles y alamedas, los oficiales del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) de la Fuerza Pública se encuentran piedras, cuerda de pescar y cables para evitar que ingrese la policía con rapidez.
En un operativo realizado la noche de este viernes, los policías decomisaron un arma y arrestaron a un sujeto con orden de captura en María Reina de Hatillo.