En marzo pasado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó un plan estratégico nuclear altamente confidencial que ajusta la política de disuasión del país para enfrentar la creciente expansión del arsenal nuclear de China. Esta información fue detallada por el periódico The New York Times (NYT) en un artículo publicado este martes.
Según el NYT, este ajuste se produce en un contexto en el que el Pentágono considera que los arsenales de China podrían igualar en tamaño y diversidad a los de Estados Unidos y Rusia en la próxima década.
La Casa Blanca nunca anunció oficialmente la aprobación de esta estrategia, denominada Nuclear Employment Guidance (Guía de Empleo Nuclear), la cual también pretende preparar a Estados Unidos para eventuales desafíos nucleares coordinados por China, Rusia y Corea del Norte.
El documento, actualizado aproximadamente cada cuatro años, es tan reservado que no existen copias electrónicas, solo un reducido número de copias físicas distribuidas a algunos funcionarios de seguridad nacional y comandantes del Pentágono.
El NYT indica que, en el pasado, la probabilidad de que los adversarios estadounidenses coordinaran amenazas nucleares para superar el arsenal de EE. UU. parecía remota. Sin embargo, la creciente colaboración entre Rusia y China, junto con el suministro de armas convencionales por parte de Corea del Norte e Irán a Rusia para la guerra en Ucrania, ha cambiado fundamentalmente la perspectiva en Washington.
Actualmente, Rusia y China realizan ejercicios militares conjuntos, y las agencias de inteligencia están evaluando si Rusia está asistiendo a los programas de misiles norcoreanos e iraníes a cambio de apoyo.
El nuevo documento subraya, según el NYT, que quien asuma el cargo el próximo 20 de enero enfrentará un panorama nuclear mucho más volátil que el existente hace solo tres años.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado repetidamente con el uso de armas nucleares contra Ucrania, incluso durante una crisis en octubre del 2022, cuando el presidente Biden y sus asesores, al observar interceptaciones de conversaciones entre altos mandos rusos, temieron que la probabilidad de un uso nuclear pudiera superar el 50 por ciento.
Biden, junto con los líderes de Alemania y Gran Bretaña, logró que China e India emitieran declaraciones públicas negando la posibilidad del uso de armas nucleares en Ucrania, lo que calmó temporalmente la crisis.
Hasta ahora, en la campaña presidencial, los nuevos desafíos a la estrategia nuclear estadounidense no han sido tema de debate. Biden, quien ha dedicado gran parte de su carrera política a la no proliferación nuclear, nunca ha discutido públicamente en detalle cómo está respondiendo a los desafíos planteados por las fuerzas expandidas de China y Corea del Norte.
La vicepresidenta Kamala Harris, actual candidata del Partido Demócrata en la carrera por la Casa Blanca, tampoco ha abordado el tema.