La Oficina del Consumidor Financiero (OCF) recomendó actualizar la supervisión financiera en Costa Rica, en cuanto a normativa y creación de nuevos productos. El planteamiento surge a raíz de las recientes intervenciones en dos entidades del sistema: Coopeservidores y Desyfin.
Danilo Montero, director de la OCF, manifestó que la actualización de las entidades supervisoras del sistema financiero debe ser un ejercicio sistemático, especialmente en lo que respecta a la modernización de normas frente a un mercado dinámico que ofrece nuevos productos y enfrenta cambios en el entorno económico.
Entre las propuestas planteadas por Montero se encuentra que los reguladores se reúnan con mayor frecuencia con las juntas directivas de las entidades supervisadas para revisar inquietudes en materia de procedimientos, así como con los directores de las áreas operativas para que los supervisores comprendan mejor la dinámica de las entidades y ajusten la normativa en consecuencia.
“El mercado se transforma, los productos que van surgiendo son más variados, los aspectos macroeconómicos están cambiando, y todo eso incide en el funcionamiento de las entidades financieras”, refirió Montero a La Nación.
El vocero también propuso actualizar los reglamentos y facilitar la creación de nuevos productos financieros. Como ejemplo, mencionó la profundización del mercado de deuda pública, que ayudaría a mejorar la gestión de riesgos y, con ello, la creación de instrumentos para mitigar los riesgos de tasas de interés y tipo de cambio.
Montero consideró que las dos recientes intervenciones efectuadas por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), Coopeservidores el 13 de mayo y a Desyfin el 13 de agosto, indican que el país debe revisar sistemáticamente los procedimientos y reentrenar tanto a los supervisores como a las juntas directivas de las entidades financieras.
Montero subrayó que la actualización de la supervisión no debe enfocarse únicamente en el sistema bancario, sino también en otros sectores que han requerido seguimiento específico, como es el caso de las operadoras de pensiones complementarias y las sociedades de fondos de inversión.
“La supervisión siempre se puede mejorar en procedimientos, criterios, la información que se brinda al público y el aumento de requisitos, pero seguimos dependiendo de la capacidad y habilidad de los intermediarios, dueños, gerentes, y de las auditorías internas y externas. Es posible que tengamos que aceptar que en estos dos casos (Coopeservidores y Desyfin) hubo problemas de gobernanza”, mencionó Montero durante una conferencia de prensa realizada este martes.
Según Montero, la actualización de la supervisión y la modernización del sistema financiero deberían ser un asunto de política pública. “Nos genera ansiedad que hay varios proyectos de ley en el Congreso con aspectos aislados, cuando deberíamos tener una señal más contundente del Estado sobre el tipo de mercado financiero que queremos en Costa Rica”.
Añadió que el hecho de que la supervisión actual halla funcionado “relativamente bien”, no garantiza que en el futuro tenga que seguir siendo buena.
Montero resaltó que corresponde al Conassif evaluar cuáles son las mejoras necesarias en la supervisión, pues cuenta con la capacidad para realizar esta evaluación.
La Nación remitió consultas al Conassif sobre la propuesta planteada por la OCF; al cierre de esta nota, se estaba a la espera de una respuesta.
Durante la conferencia de prensa convocada por la OFC para abordar la situación del mercado financiero, Montero destacó que en este sector “siempre existe el riesgo, es absolutamente inevitable”.
Montero enfatizó que las intervenciones en Coopeservidores y Desyfin se originaron por situaciones diferentes y que no tienen relación alguna. Este es un contexto que, según él, los ahorrantes e inversionistas deben tener claro para evitar el pánico sobre la estabilidad del sistema financiero.
“Las corridas bancarias (retiro masivo de ahorros) son reacciones totalmente emocionales. Nos preocupa no poder llegar a la mayor cantidad de personas y hacerles entender que hay cosas que no se relacionan”, apuntó.
La OFC recomendó a los ahorrantes e inversionistas definir inicialmente los objetivos para realizar sus operaciones, evitar la concentración de los fondos en una sola entidad, comprender en qué se invierte y no solo guiarse por las tasas de interés o de rendimiento.
“Y la gente debería confiar menos en las redes sociales; generan un estrés que puede quebrar un banco”, concluyó Montero.