El Cartaginés sacudió el mercado a mediados de 2022 con la incorporación de Marco Ureña. El delantero llegó desde Australia con el cartel de figura para formar una dupla temible con Marcel Hernández. Sin embargo, las lesiones golpearon al mundialista, y su primer año y medio fue un calvario que lo llevó a entrenar apartado con las divisiones menores.
Incluso, se llegó a cuestionar la continuidad de Ureña en el equipo, y los cuerpos técnicos perdieron la confianza en él. Sus altibajos lo relegaron al alto rendimiento, y parecía que la sonrisa del oriundo de Palmichal de Acosta se había apagado. Sin embargo, lo mejor estaba por venir.
En el Clausura 2024 fue muy regular, aunque el mal nivel de los brumosos lo opacó. Para el Apertura 2024 realizó la pretemporada completa, su preparación fue ejemplar, según el técnico Greivin Mora, y en el inicio del certamen ríe a carcajadas, al punto de ser el máximo goleador del torneo, con cinco tantos en seis partidos.
Marco no oculta que atravesó momentos difíciles, pero nunca consideró abandonar lo que más le apasiona. A sus 34 años, vive un segundo aire y tiene hambre de más.
“Quienes me conocen saben lo apasionado que soy, lo profesional que trato de ser, y cuánto me molesta estar fuera de las canchas. Sufrí mucho cuando llegué al Cartaginés porque fue una lesión tras otra, y el proceso fue complicado. Eso ya es tema del pasado. Aprendí mucho y me levanté sólido, gracias a que me preparé bien”, comentó Ureña.
La Nación le preguntó directamente a Ureña: ¿Por qué no dio un paso al costado si en sus primeros tres torneos únicamente disputó 29 de 70 compromisos y solo 10 de titular?
El delantero asegura que lo tomó como un reto personal. Ver cómo lo relegaban a practicar con los juveniles no lo desmotivó, sino que lo vio como una oportunidad.
“Cuando asumo un proyecto, siempre visualizo dejar algo positivo y una buena huella. Vine al Cartaginés, y por contrato solo me quedaba este año (dos torneos) para hacerlo, pero ahora Dios me está premiando con un inicio inmejorable. Quiero ser un ejemplo para los jóvenes, que vean que soy un jugador comprometido, que nunca falta a un entrenamiento y siempre quiere estar presente para ayudar”, expresó Ureña.
Un punto clave para el ariete es la plena confianza que el timonel Mora tiene en él. Al haber compartido en el alto rendimiento, se conocen a la perfección y hay un respeto mutuo.
“Cuando los entrenadores anteriores no lo consideraban, lo enviaban a trabajar con las divisiones menores, así que conoce bien a los chicos. Siempre fue muy respetuoso y atento con ellos, lo cual es un punto muy destacable. Ojalá nos ayude a encaminar a los juveniles”, señaló Mora.
Marco Ureña fue víctima de lesiones en su primer año y medio con Cartaginés, al punto de que en el Apertura 2022 apenas jugó seis partidos de 22 posibles (tres como titular) y en el Clausura 2023 participó en 12 de 24 (cuatro como titular). Mientras que en el Apertura 2023 estuvo en 11 de 24 (tres como titular). En estos tres campeonatos solo anotó una vez.
Ureña sufrió al llegar a mitad de temporada en 2022, y no realizar una pretemporada completa, le impidió prepararse adecuadamente. Además, no tenía espacio como “9″, ya que el estelar siempre fue Marcel Hernández, por lo que tuvo que desempeñarse como volante por el costado e incluso como volante mixto bajo la dirección del mexicano Mario García.
La salida de Hernández al Herediano liberó el puesto de centrodelantero, y Marco lo aprovechó. Uno de los cambios más importantes para alcanzar su nivel actual es que finalmente está jugando en el lugar donde se siente más cómodo.
“Fue difícil encontrar lugar en la ofensiva en mi posición. Ahora me están dando la oportunidad de jugar de ‘9′, mi posición durante toda mi carrera, y lo estoy disfrutando. Me tocó jugar por la banda, y uno lo hace por el equipo y porque debe ser profesional. Sin embargo, obviamente cuando uno juega en su posición, todo se da de manera natural”, explicó Ureña.
El retiro era un tema que no estaba en la mente de Marco Ureña, pero recientemente ha comenzado a visualizarlo a mediano plazo. El mundialista y figura de Brasil 2014 lleva 18 años en el fútbol profesional, pero después de tantas experiencias a nivel internacional y en grandes eventos, aún tiene hambre de más.
“Cada día que pasa ahora sí pienso más en el retiro. Tengo 18 años de carrera profesional y me gustaría cerrarla con 20, porque servirle al fútbol de Costa Rica durante 20 años es un número bonito. Uso el número 21, así que puede que lo extienda un poco”, contó Ureña entre risas.
Marco aceptó que es un reto diario competir con futbolistas hasta 10 años más jóvenes que él, porque, según él mismo valora, el conocimiento crece, pero las fuerzas disminuyen. Aun así, esos mismos juveniles son los que lo motivan a levantarse cada mañana.
El aspecto más difícil para él en la actualidad es la recuperación después de los partidos, pero ya en competencia siente que rinde igual o mejor que las figuras jóvenes. La clave es su experiencia.
“Antes tal vez hacía 25 piques en un tiempo; ahora son 15 y voy midiendo cuándo realmente puedo hacer daño. Para ello está el conocimiento. Puedo aportarle mucho a los jóvenes y ser un ejemplo para ellos. Ojalá que los de menos experiencia se acerquen a mí, que quieran aprender y que busquen trascender fronteras. Qué mejor que tener un compañero que ya pasó por eso y los quiera guiar”, reflexionó Ureña.
El delantero tiene contrato con Cartaginés hasta mediados de 2025 y, aunque por ahora no hay conversaciones para renovarlo, asegura que los brumosos tienen su palabra y la prioridad para extenderlo. En la Vieja Metrópoli se siente cómodo y se visualiza quedándose más tiempo, incluso, aportando en otras áreas.