A pesar de las denuncias de fraude de la oposición venezolana y las exigencias de la comunidad internacional para que se publiquen las actas de la votación del pasado domingo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) mantiene el hermetismo.
Según la ley electoral de ese país, el CNE tenía 48 horas para mostrar los documentos que sustentan la declaratoria de Nicolás Maduro como ganador de los comicios. Pero, aunque el propio gobernante dijo estar listo para entregar el 100% de las actas, eso nunca ocurrió.
En cambio, la oposición dijo tener pruebas de que Edmundo González es el verdadero ganador con el 67% de los votos.. Así lo aseguró luego de compartir en un sitio web copias del 80′% de las actas que, según dijo, logró recuperar.
Frente a este escenario, surge la duda sobre qué camino tiene ahora la oposición para lograr el reconocimiento de los resultados que arrojan los documentos y para presionar al régimen de Maduro para que entregue el mando.
A criterio de Miguel Ángel Martínez Meucci, doctor en Conflicto Político y Procesos de Pacificación, es hora de que la comunidad internacional deje de pedir las actas y señale que el resultado anunciado por el CNE contradice la voluntad del pueblo venezolano.
“Eso quiere decir que debería haber un reconocimiento al nuevo presidente electo de Venezuela que es Edmundo González”, aseveró.
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Martínez, politólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela, también consideró que se deben realizar las maniobras diplomáticas necesarias para tratar de persuadir al gobierno de facilitar una transición ordenada a la democracia.
A continuación, un extracto de la conversación sostenida por este especialista con La Nación:
- Por la ley electoral de Venezuela los resultados oficiales de la elección del domingo deberían haber sido publicados por el Consejo Nacional Electoral en las 48 horas siguientes del cierre de las mesas, o sea el martes. Eso no ha sucedido y ya estamos jueves (1.° de agosto).
“Todos estos días la comunidad internacional ha señalado que es necesario conocer las actas. Sin embargo, ese discurso ya debería cambiar y decir: ‘Bueno, esas elecciones han sido desconocidas por el régimen y por las autoridades electorales del país. Eso quiere decir que debería haber un reconocimiento al nuevo presidente electo de Venezuela que es Edmundo González’”.
- Lo que procedería en el caso específico de los gobiernos democráticos del mundo es hacer los buenos oficios o las maniobras diplomáticas necesarias para tratar de persuadir al gobierno de Maduro de facilitar una transición ordenada a la democracia mediante -si es necesario- un proceso de negociación con apoyo internacional, porque en este momento lo que viene sucediendo es que más bien el régimen de Maduro ha respondido con una oleada de persecución”.
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- En Venezuela el proceso electoral está automatizado, o sea, el voto no se cuenta en papelitos por decirlo de alguna manera, sino que se vota en la pantalla de una máquina de votación con el dedo. El voto da un comprobante que se introduce en una caja y al final, al cerrar la mesa, la máquina emite un acta electrónica. En el acta queda constancia de cuánta gente votó por un candidato o por otro.
“¿Qué es lo que ha pasado habitualmente en Venezuela? Que por mecanismo de intimidación y por el hostigamiento continuo a los partidos era muy difícil tener testigos de la oposición en todas las mesas del país, especialmente en algunos centros electorales que solo tenían una o dos mesas.
“Corina Machado diseñó un mecanismo de vigilancia ciudadana colosal; había 600.000 personas por lo menos con tareas concretas que cumplir ese día. Gracias a eso se logró tener copia de actas hasta de casi el 80% de las mesas y esas actas han sido digitalizadas y colgadas en un portal web que la oposición puso a disposición, para consulta general, en el marco de las siguientes 48 horas”.
- Hay una cacería de testigos en Venezuela. Los están buscando en sus casas, llevándolos presos, obligándolos a dar testimonio falso y forjar un resultado electoral diferente. Y en la medida en que va pasando el tiempo aumenta la posibilidad de que el régimen cree las actas para generar un resultado distinto.
“Por eso es muy importante que la comunidad internacional no solo diga que quiere ver las actas. Eso estaba bien en las primeras 48 horas, pero ahora que ese lapso legal se venció es muy importante que diga lo que ya ha dicho, por ejemplo, el Centro Cárter, de que ese resultado no es creíble y que el resultado oficial contradice la voluntad del pueblo venezolano”.
- La institución militar en Venezuela ha sido completa y profundamente reestructurada por el régimen político actual. Entonces, no hay una línea de comando claramente definida (...).
“Tenemos una serie de secciones que cumplen tareas que van mucho más allá de lo estrictamente relacionado con la seguridad y defensa de la nación. Cumplen tareas políticas, cumplen tareas de vigilancia de la ciudadanía, de represión política. Buena parte de ellas parece estar vinculada, con múltiples evidencias, con el narcotráfico de cocaína sobre todo.
“Entonces, estamos hablando de un cuerpo que tiene muchas situaciones que le complican ejercer un papel clave definido. Es por eso que se ha hecho tan difícil una transición a la democracia en Venezuela”.
- El hecho de que los militares no son conceptos distintos el resto de la población, o sea, la familia de los militares responden al mismo perfil que vemos en el resto de la población y si vemos que entre un 80% y 90% de la población quiere un cambio, cabe esperar que dentro de la familia de los militares también haya un 80%, 90% de personas que quisiera una situación bastante diferente.
“Si hay una movilización masiva de la gente, sostenida en el tiempo que ratifique los resultados que ya se obtuvieron en las urnas, eso quizás pudiera tener un peso importante para que la posición de los cuadros medios y bajos de la Fuerza Armada impulse un cambio.
“Otra es ofrecer mecanismos y garantías que faciliten una salida política a ciertos personajes. Pero, debido a la complejidad de la institución militar en Venezuela, es muy difícil saber qué pasará con las fuerzas armadas”.
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