El Centro Carter, que acudió como observador a las elecciones presidenciales de Venezuela por invitación del régimen, declaró este martes que el proceso “no se adecuó” a los estándares internacionales de integridad electoral. Señaló los resultados declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) no pueden ser considerados democráticos.
Mediante un comunicado emitido este miércoles, la organización afirmó que no puede verificar la autenticidad de los resultados anunciados el pasado domingo por el CNE, que dieron por ganador al oficialista Nicolás Maduro, con un con un 51,2% de los votos, a falta de más de dos millones de los sufragios por computar.
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El proceso electoral, según expresó, no alcanzó los estándares internacionales de integridad en ninguna de sus etapas relevantes y violó numerosos preceptos de la legislación nacional. En otros aspectos, señaló que las votaciones se desarrollaron en un ambiente de libertades restringidas, afectando a actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación.
Manifestó que las autoridades del CNE mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición. Además, indicó que la actualización del registro de electores presentó numerosos inconvenientes, como plazos muy cortos, escasos lugares de inscripción y una mínima campaña de información pública.
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Por otra parte, la organización también criticó la “presión sobre el electorado” con “puntos de control partidario gubernamental en la cercanía de los recintos para verificar la asistencia de los votantes”.
Los observadores del Centro Carter dijeron que “comprobaron la voluntad de la ciudadanía venezolana por participar en un proceso electoral democrático y demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa, testigos de partidos y observadores”.