Observe la foto que está arriba de estas líneas. Si la viera en una postal ¿diría que es para promocionar algo relacionado con Guanacaste? Si usted vive en el Valle Central es posible que su respuesta sea afirmativa, pero en realidad estaría equivocado. Ninguna de estas tres imágenes representa a esa provincia.
Si se le pregunta al boyero José Luis Villarreal Villarreal, conocido como Güicho Pizarro, diría que en el Valle Central no todos saben de guanacastequidad y lo ven como algo muy lejano, pese a que se sienten orgullosos de que Guanacaste sea parte de Costa Rica.
Este boyero de 76 años jala su carreta desde que tenía 12; en ella no hay color y tampoco funciona igual que la carreta tradicional de Sarchí. Güicho, además, sale a trabajar con un sombrero de ala ancha y no un chonete.
“Con el sol de Guanacaste un chonete no alcanza ni para taparse las orejas, menos uno que es orejón”, expresó entre risas a La Nación.
Con motivo del Bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, que se celebra el próximo 25 de julio, esta nota explorará algunos de los principales errores que los habitantes de la meseta central han tenido históricamente sobre elementos que vinculan culturalmente a la guanacastequidad, cuando no lo son. Para ello se cuenta con la ayuda de Güicho Pizarro, pero también de Nuria Cuadra Clachar, gestora cultural y miembro de la Junta Directiva de la Asociación para la Cultura de Liberia, y de Gina Rivera Hernández, historiadora y profesora en la Universidad de Costa Rica (UCR).
“Hacen mercadeo y abofetean la identidad local. Y cuando reclamamos, nosotros somos los exagerados. Esto no es así”, expresó Cuadra.
De acuerdo con la historiadora, Guanacaste tiene dos tipos de carretas y ninguna tiene las decoraciones sarchiseñas. Una es la que se utiliza para el trabajo y tiene la parte trasera abierta, y la otra es para transporte, y es cerrada.
“Las carretas aquí son hechas con ruedas de madera de Guanacaste, con unos tubos donde va dando vuelta el eje y unas cintas arriba para que ‘no se friegue’. Las estacas son rollizas, no cuadradas. Si una estaca se quiebra, usted le ensarta un palo y ya está. En cambio, usted a la típica (de Sarchí) le quiebra una estaca tiene que ir al taller”, comentó Pizarro.
La carreta fue el medio de transporte de mercadería y de personas cuando no había carreteras. Pizarro recordó que en aquella época se duraban seis horas del puerto de Bebedero a Liberia y viceversa. “Tenían que parar por los caminos malos, pero nunca la mercadería faltó en Liberia y otros pueblos vecinos”, recalcó.
Según cuenta, la carreta y sus bueyes han moldeado su vida, y ahora que por su edad se ha ido apartando poco a poco, recuerda sus grandes momentos al lado de compañeros tan fieles como los bueyes, a quienes siempre les ponía nombre, les hablaba y cuidaba. “Se convierten en familia, hay que acariciarlos y tenerlos chineados para que sigan trabajando”, recomendó.
Nuria Cuadra coincide en que la carreta guanacasteca tiene vigencia en la vida actual de los boyeros, pues en zonas rurales transportan arena, materiales para construcción, leña... Todo eso, insistió, se hace con carreta, solo la base cambia según el trabajo.
Sin embargo, las carretas guanacastecas también salen de fiesta y para eso se les decora, pero con un estilo muy diferente: se les ponen flores, bejucos y otros ornamentos.
“Dos matrimonios que se casaron en los últimos años decidieron montar a la novia a la carretera y ella llegó así a la iglesia”, ejemplificó la gestora cultural.
Cuando algunos josefinos llegan a Liberia y ven el sombrero de ala ancha de Pizarro, un comentario común es “¡qué buen chonete!”, pero él no usa chonetes, su sombrero está diseñado para un trabajo arduo al sol y requiere de buena sombra. Él usa de dos tipos, uno tiene la “punta parada” y otros son planos, pero en ambos el ala es ancha, para proveer sombra.
“Los chonetes los usan allá para bailar típico”, dijo entre risas.
Cuadra lo confirmó: “Son sombreros, no chonetes. Aquí en Guanacaste, por el trabajo al sol, andar a caballo, la ganadería, se usa sombrero. Lo que hemos hecho cuando se trabaja con el Ministerio de Educación Pública (MEP) es pedir que para celebrar la Anexión o en celebraciones de la provincia, se use el sombrero para respetar la identidad guanacasteca”.
Para ella, en setiembre está bien hablar de chonetes para celebrar la Independencia, porque en otras zonas del país sí se usa el de forma tradicional.
Anteriormente, dijo, los sombreros eran de pita, luego comenzó a usarse la lona, pero no se ven chonetes para los trabajos de campo.
Aunado a los sombreros, la gestora cultural llamó la atención de que el traje del campesino actual en donde se quiere representar al guanacasteco, usualmente incluye un pañuelo en el cuello. Esta práctica, añadió, en realidad es de otras zonas del país donde se siembran hortalizas y el pañuelo ayuda a proteger del sol. Pero esto no sucede en Guanacaste, donde las actividades son diferentes, el pañuelo se utiliza en la bolsa del pantalón.
Las diferencias entre el árbol de Guanacaste (Enterolobium cyclocarpum) y el higuerón (Ficus goldmanii) son muchas, pero algunos costarricenses al ver un higuerón aseguran que es nuestro árbol nacional.
Este tema ya se trató en 2018, pero Rivera quiso hacer otras reflexiones. Aunque para algunas personas, el hecho de que el Instituto Nacional de Seguros (INS) tenga en su logo a un árbol muy similar a un higuerón hizo que muchos creyeran que en realidad se trataba de nuestro árbol nacional y por eso se confunden. Sin embargo, Rivera aclaró que el INS en ningún momento dijo eso, fue más bien que se colocó en el imaginario costarricense.
La historiadora señaló que puede haber otro factor. Hay una línea de higuerones en la entrada de Liberia, cerca del río La Caraña que se ha vuelto muy famosa, y muchas personas creen que son Guanacastes, cuando no lo son.
Según Nuria Cuadra, también hay otras tradiciones guanacastecas que cambian al llevarse a otras partes del país. Dio el ejemplo del tradicional arroz de maíz y contó que en San José se lo han preparado con salsa Lizano.
“Señores, el arroz de maíz no lleva salsa Lizano. La identidad gastronómica de nuestra región no lo lleva. Si nos volvemos tolerantes se nos va la tradición. Pasa lo mismo cuando vemos que celebran la Anexión con una carreta de Sarchí. ¿Cómo que no importa? ¡Usted está irrespetando la identidad cultural de Guanacaste!”, aseveró.
Para Cuadra, este respeto por las culturas debe darse con todas las otras regiones. Lo mismo sucede cuando se celebran tradiciones limonenses en otras partes del país.
“Yo sé que no hay mala intención, pero que no ‘manoseen’ nuestra cultura”, afirmó.
Para Rivera, uno de los aspectos más importantes que deben tenerse en cuenta es que no solo hay una guanacastequidad, sino varias; hay diferentes aspectos culturales. Una está desde las raíces, el Partido de Nicoya era solo una porción de lo que hoy es Guanacaste, la conformación de la provincia se definió después por parte de los gobernantes nacionales.
El Partido de Nicoya integró las tierras en la península al oeste del río Tempisque hasta el océano Pacífico y al norte se extendía hasta el río la Flor y el lago de Nicaragua. Las tierras al este del río Tempisque y al sur del río Salto eran parte del territorio costarricense (por ejemplo, Tilarán y Cañas). Por eso, las guanacastequidades son diferentes.
También es diferente la cultura de la altura y la de la bajura, o la de las costas versus las llanuras.
Sin embargo, todo esto es parte de la riqueza que, por más que se mezcle con la meseta central, no debe perderse.