Las zanahorias "baby" son ricas en nutrientes esenciales como betacaroteno y fibra. Descubra cómo su consumo puede mejorar la salud ocular y cardiovascular, según estudios recientes.
La zanahoria es una raíz vegetal que contiene nutrientes y antioxidantes que benefician la salud. Este alimento se destaca por ser una excelente fuente de betacaroteno, que se convierte en vitamina A, fibra, vitamina K1 y potasio.
Un estudio de la Universidad Samford en Alabama, Estados Unidos, reveló que las zanahorias “baby” tienen un aporte positivo en la salud.
Así que, aunque el nombre puede hacer pensar en zanahorias naturalmente pequeñas, a menudo se trata de zanahorias regulares que han sido procesadas para obtener ese tamaño.
De acuerdo con los resultados del estudio, comer esta verdura como snack tres veces a la semana incrementa los niveles de carotenoides en la piel en un 10,8%.
“Lo que se demostró en la investigación es que las personas que consumen y tienen un alto nivel de carotenoides presentan niveles más altos de actividad antioxidante en el cuerpo, lo que significa que hay niveles más bajos de inflamación y un menor riesgo de enfermedades crónicas como la enfermedad cardíaca y enfermedades cardiovasculares”, explicó Mary Harper Simmons, autora del estudio, a la revista BBC Science Focus.
Por otro lado, esta verdura también es alta en fibra soluble. De acuerdo con un artículo de la plataforma en línea Healthline, clínicamente revisado por la dietista y nutricionista Kathy W. Warwick, este componente reduce los niveles de azúcar en la sangre al ralentizar la digestión del azúcar y el almidón. También alimenta las bacterias beneficiosas del intestino y reduce el colesterol en la sangre.
Además, beneficia la salud ocular. Según el portal de salud Health, una taza de zanahorias proporciona el 100% del valor diario recomendado de vitamina A.
“Este importante nutriente, que actúa como un antioxidante protector de las células, puede incluso ayudar a proteger contra el cáncer, la degeneración macular relacionada con la edad y el sarampión. Una deficiencia de vitamina A puede provocar una afección llamada xeroftalmia, que puede dañar la visión normal y provocar ceguera nocturna”, explicó el sitio especializado.
El sitio de noticia sobre salud WebMD indicó que, en casos extremos, el consumo excesivo de betacaroteno de las zanahorias podría impedir el funcionamiento de la vitamina A y afectar la visión, los huesos, la piel, el sistema inmunológico y el metabolismo.
“Demasiado betacaroteno también puede causar problemas a las personas que no pueden cambiarlo a vitamina A, como las personas que tienen hipotiroidismo”, advirtió.
Recuerde siempre consultar con un profesional de la salud antes de incorporar nuevos ingredientes a su alimentación. Visite un centro médico cercano en caso de desarrollar reacciones alérgicas o síntomas adversos.
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