Brasilia. El expresidente Jair Bolsonaro se benefició de un esquema ilegal para vender joyas y otros artículos de lujo obsequiados a Brasil y valorados en $1,2 millones, según las conclusiones de la investigación policial difundidas este lunes.
La Policía Federal recomendó la semana pasada imputar a Bolsonaro y otras 11 personas por asociación criminal, lavado de dinero y peculado (apropiación de bienes públicos), por esos presuntos hechos ocurridos entre octubre de 2019 y el último día del mandato del ultraderechista, el 31 de diciembre de 2022.
Bolsonaro, que atribuye a una “persecución” la cantidad de casos judiciales en su contra, niega que cometió algún delito en el manejo de las joyas.
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Su abogado, Paulo Cunha, afirmó en una nota publicada en la plataforma X que los jefes de Estado en Brasil “no tienen ninguna injerencia directa o indirecta” en el tratamiento de los regalos oficiales.
La decisión de si un obsequio debe ir al patrimonio público o al particular del presidente es de una comisión, que lo evalúa según un protocolo, agregó Cunha.
“En ningún momento pretendió embolsarse o tener para sí bienes que pudiesen, de alguna forma, ser considerados públicos”, afirmó.
La policía determinó que un grupo de funcionarios del gobierno “actuó para desviar del acervo público brasileño varios obsequios de alto valor recibidos por el expresidente Jair Bolsonaro (…) en viajes internacionales y entregados por autoridades extranjeras”.
La intención era vender las joyas en el exterior “con el objetivo de propiciar el enriquecimiento ilícito del entonces presidente”.
Algunas piezas fueron vendidas “y los valores obtenidos fueron convertidos en dinero en efectivo e ingresaron al patrimonio personal del expresidente (…) sin utilizar el sistema bancario formal”, añade el informe de la investigación, entregado al Supremo Tribunal Federal (STF).
Serían al menos $25.000 los que le pagaron a Bolsonaro por las joyas.
El valor de los obsequios “totaliza un monto de $1,22 millones”, apuntó la policía, luego de rectificar un “error” en el informe que ubicaba inicialmente la suma en $4,5 millones.
Bolsonaro y sus filas aprovecharon esa corrección para desacreditar el informe.
“Esperemos muchas otras correcciones. La última será diciendo que todas las joyas ‘desviadas’ están en el acervo (de la nación) o en la PF”, escribió en X.
El juez Alexandre de Moraes del STF dio a la Fiscalía General un plazo de 15 días para decidir si acusa formalmente al exmandatario por ese asunto.
Además de las joyas, Bolsonaro es investigado por la supuesta falsificación de certificados de vacunas del COVID-19, la invasión de las sedes de los poderes públicos en Brasilia en enero de 2023 por sus seguidores y por un presunto plan de golpe de Estado para mantenerse en el poder.
Pero la ofensiva judicial no hace mella en la popularidad del exmandatario entre la derecha brasileña, que el fin de semana lo aclamó como su principal opción para presentarse en los comicios presidenciales de 2026, a pesar de que está inhabilitado políticamente.
El caso de las joyas estalló en la prensa brasileña en marzo de 2023, al revelarse que agentes tributarios incautaron en 2021 joyas halladas en la mochila de un funcionario del gobierno Bolsonaro que regresaba de un viaje oficial a Medio Oriente.
El informe policial de casi 500 páginas describe en detalle las piezas, como un anillo, un collar y unos pendientes de la marca suiza Chopard valorados en unos $828.000. También se expone un reloj Rolex de oro y diamantes y otras joyas.
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La investigación también rastreó la ruta que siguieron algunos de los objetos en manos de asesores de Bolsonaro (y en ocasiones usando el avión presidencial), a tiendas especializadas en Estados Unidos para ser inspeccionados y vendidos.
Tras la publicación del caso en la prensa, asesores de Bolsonaro recuperaron y devolvieron a Brasilia algunas de las piezas vendidas, siguiendo una determinación del Tribunal de Cuentas de la Unión, indicó el informe policial.
El expresidente y su esposa Michele Bolsonaro permanecieron en silencio cuando fueron citados por la PF para discutir el caso, en agosto del año pasado.
Según la Policía Federal, el dinero obtenido de las ventas de las joyas “pudo ser usado para costear los gastos” de Bolsonaro en Estados Unidos, a donde viajó días antes del fin de su mandato y permaneció tres meses.