Descubra el tiempo de ejercicio necesario para activar la quema de grasas de manera efectiva. Además, aprenda más sobre los métodos óptimos para maximizar su pérdida de peso.
Es común escuchar que se necesitan al menos 30 minutos de actividad en una cinta de correr, bicicleta o caminata para empezar a quemar grasas, pero esto es un mito. De hecho, el tiempo necesario es considerablemente menor.
Según el entrenador físico Márcio Atalla, en una entrevista con el medio brasileño O Globo, solo un minuto es suficiente para iniciar el proceso de quema de grasas.
“Es importante considerar que incluso en reposo, el cuerpo utiliza la grasa como fuente de energía. En los primeros 10 segundos de un ejercicio aeróbico, el glucógeno muscular (reserva de glucosa almacenada en los músculos) es el principal combustible, aunque aproximadamente un 3% de la energía proviene de las grasas. Después de un minuto y medio, este porcentaje se eleva al 50% y a los tres minutos, supera el 90%”, explica Atalla.
El especialista indica que la cantidad de grasa quemada aumenta proporcionalmente a la duración de la actividad aeróbica, sin importar el tipo de ejercicio realizado.
La grasa no es tan mala, el exceso es el problema
La intensidad de la actividad también es crucial para maximizar la quema de grasas, incluso en entrenamientos más cortos. Los ejercicios que involucran múltiples grupos musculares son los más eficaces para la pérdida de peso. Actividades como correr, nadar y remar son particularmente efectivas en este sentido, dado su alto consumo calórico.
Esto se debe a que la grasa representa una forma eficiente para el cuerpo de producir ATP (trifosfato de adenosina), la molécula energética fundamental para todas las funciones celulares que requieren energía, desde caminar hasta el funcionamiento del corazón. Aunque los carbohidratos son la forma más rápida de generar ATP y están almacenados en los músculos, su capacidad de almacenamiento está limitada a aproximadamente un kilogramo de glucógeno muscular.
Atalla destaca que al comenzar cualquier actividad física, el cuerpo primero utiliza los carbohidratos almacenados en los músculos como fuente energética. Sin embargo, debido a que las reservas de grasa son ilimitadas, la quema de grasas se convierte en la opción más eficiente para producir ATP durante el ejercicio aeróbico.
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El experto subraya que, sin importar la elección del ejercicio o el tiempo disponible, es crucial realizar actividad física de manera regular.
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