Ciudad del Vaticano. El papa Francisco expresó este martes su “profundo dolor” por el ataque a un hospital pediátrico de Kiev, el más grande del país, y el bombardeo de una escuela en la Franja de Gaza.
El Papa “recibió con profundo dolor la información sobre los ataques a dos centros médicos en Kiev, incluido el hospital pediátrico más grande de Ucrania, y contra una escuela en Gaza”, declaró el Vaticano en un comunicado.
Más de 30 personas murieron el lunes en bombardeos rusos contra Kiev, la capital ucraniana, según las autoridades locales. El ataque contra el mayor hospital pediátrico del país dejó al menos dos muertos y 32 heridos.
El Kremlin aseguró que el ataque fue provocado por los sistemas de defensa aérea ucranianos y reiteró el martes que las fuerzas rusas solo atacan infraestructuras militares.
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El pontífice también denunció el bombardeo de una escuela en Gaza, donde Israel y el movimiento islamista palestino Hamás libran una guerra desde el 7 de octubre.
Aunque no especificó el nombre de la escuela a la que se refirió, el patriarcado latino de Jerusalén condenó el domingo “una incursión del ejército israelí contra la escuela de la Sagrada Familia en Gaza”.
Según la agencia de Defensa Civil del territorio palestino, controlado por Hamás, la escuela fue blanco de dos bombardeos que dejaron al menos cuatro muertos, entre ellos un responsable del grupo islamista.
El ejército israelí indicó en un comunicado que “terroristas” se escondían en esta escuela y que también albergaba “una fábrica de armas de Hamás”.
El Papa expresó su “profunda aflicción por el aumento de la violencia” y dijo que rezaba “para que pronto se puedan identificar vías concretas para poner fin a los conflictos en curso” en Ucrania, invadida por Rusia en febrero de 2022, y Oriente Medio.
Disparar contra hospitales es un “crimen de guerra”, dijo una alta funcionaria de Naciones Unidas durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad este martes, luego de un ataque mortífero contra centros de salud en Ucrania atribuido a Rusia.
“Dirigir intencionalmente ataques contra un hospital protegido es un crimen de guerra y los perpetradores deben ser responsabilizados. Estos incidentes son parte de un preocupante patrón de ataques sistemáticos contra centros de salud y otras infraestructuras civiles en Ucrania”, afirmó Joyce Msuya, subsecretaria interina de Naciones Unidas para asuntos humanitarios.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que 38 personas murieron, incluyendo cuatro niños, y 190 fueron heridas durante los ataques con 40 misiles que tuvieron por blanco varios pueblos y ciudades.
La capital ucraniana está de luto este martes tras los bombardeos rusos que destruyeron el mayor hospital pediátrico del país, con un balance que amenaza con aumentar a medida que se despejan los escombros.
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El bombardeo del hospital infantil de Okhmatdyt conmocionó a Ucrania tras más de dos años de una guerra que empezó con la invasión rusa en febrero de 2022. El ataque también fue condenado por los aliados occidentales de esta exrepública soviética.
El ayuntamiento de la capital decretó un día de luto en la ciudad, donde las banderas ondeaban a media asta y los eventos de entretenimiento fueron pospuestos.
Según el gobierno ucraniano, un misil de crucero ruso Kh-101 impactó contra el hospital pediátrico, aunque Rusia asegura que el ataque fue provocado por los sistemas de defensa aérea ucranianos. Moscú reiteró el martes que las fuerzas rusas solo atacan infraestructuras militares.
