Con un plan de batalla intensivo, Joe Biden busca recuperar terreno tras un debate desastroso y crecientes dudas sobre su capacidad para enfrentar a Trump en noviembre.
Washington. “Soy candidato y voy a ganar de nuevo”, declaró un desafiante Joe Biden durante un mitin este viernes en Wisconsin, un estado crucial en el norte de Estados Unidos, previo a una entrevista que pondrá a prueba su agilidad mental.
“Hubo personas que no les importó su voto” durante las primarias, las cuales ganó por abrumadora mayoría, dijo el presidente estadounidense a sus seguidores.
“Permítanme ser claro: estoy en la carrera. Derrotaré a Donald Trump” en las elecciones de noviembre, insistió frente a un millar de seguidores, según su equipo de campaña.
Joe Biden: ‘90 minutos en el escenario no borran lo que hice durante tres años y medio’
El demócrata de 81 años lucha por su supervivencia política desde su pésimo debate con su predecesor republicano de 78 años, durante el cual se mostró muy confundido y a veces divagó.
Un Joe Biden completamente diferente, combativo y determinado, intentó este viernes responder directamente a las preocupaciones sobre su edad, pero lo hizo con la ayuda de un teleprompter.
“¿Creen que soy demasiado viejo para vencer a Donald Trump?”, preguntó, a lo que el público respondió con un rotundo “¡No!”.
El demócrata abandonó el escenario al ritmo de la canción titulada “No daré marcha atrás”, resaltando además las meteduras de pata de su rival, cuya edad y agudeza mental generan menos preocupación entre la opinión pública.
“Si te preguntas si Trump está en su sano juicio, ¿has oído alguna vez cómo explicó el 4 de julio cuando era presidente?”, señaló Biden, refiriéndose a la independencia estadounidense proclamada el 4 de julio de 1776.
Según Biden, Trump dijo que la victoria fue posible gracias a la toma de aeropuertos, algo obviamente inexistente en ese entonces.
“Claro, es un genio completamente estable”, ironizó el presidente estadounidense, utilizando una expresión que su rival usó para elogiar su propia inteligencia.
“Lo que está en juego en estas elecciones es nuestra libertad. Es nuestra democracia. Es el alma misma de Estados Unidos. ¿Están dispuestos a luchar por ello? Lo sé”, proclamó nuevamente Biden.
Entre el público, un espectador sostenía un cartel que decía: “Pasa el testigo, Joe”.
Uno de los asesores más cercanos de Trump, Jason Miller, respondió con ironía a este mitin: “Su equipo debió utilizar la misma dosis de medicamentos durante el debate”.
Queda por ver si Biden mostrará la misma combatividad en una entrevista de alto riesgo con la cadena ABC. El primer fragmento se emitirá esta noche y el contenido completo a primera hora del sábado.
En esta ocasión, el presidente hablará sin teleprompter, frente a George Stephanopoulos, periodista y exconsejero cercano del presidente demócrata Bill Clinton.
El candidato demócrata todavía tiene mucho trabajo por delante para deshacer la desastrosa impresión dejada por su debate con Trump, del cual no supo manejar las repercusiones inmediatas.
Esta situación aumentó la preocupación por su aptitud mental dentro del partido, y algunas voces pidieron que dé paso a otro candidato.
Joe Biden lucha por mantener viva su candidatura electoral
La última en hacerlo fue la gobernadora demócrata de Massachusetts.
“En los próximos días, le insto a que escuche al pueblo estadounidense y evalúe cuidadosamente si sigue siendo nuestra mejor esperanza para derrotar a Donald Trump”, escribió Maura Healey en un comunicado, dos días después de que Biden se reuniera con un grupo de gobernadores.
El equipo de campaña de Biden redobla esfuerzos. El viernes pasado publicó un intenso plan de batalla para el mes de julio, que incluye un bombardeo de anuncios televisivos y visitas a todos los estados clave, especialmente en el suroeste del país durante la convención republicana del 15 al 18 de julio.
Además, Biden será el anfitrión de una cumbre de líderes de la OTAN la próxima semana y aprovechará para ofrecer una rueda de prensa que será escrutada con lupa. Esta conferencia se llevará a cabo el jueves, según informó un funcionario estadounidense que pidió mantener el anonimato.
