Cientos de personas que acudieron a la Marcha de la Diversidad (Pride 2024) se mezclan en el paseo Colón con los vehículos, pues no hay cierres en las intersecciones.
La Marcha de la Diversidad reúne este domingo a cientos de personas en el paseo Colón, quienes avanzan por el principal pulmón vial de la capital sin resguardo de la Policía de Tránsito. No hay cierres de vías en la estatua de León Cortés Castro, en la Sabana, ni en los pasos transversales con el paseo Colón.
Dayana Álvarez, presidenta de la Fundación Celebración de la Diversidad (Orgullo Costa Rica), encargada de la Marcha, aseveró que la Policía de Tránsito les había ofrecido la participación de 15 oficiales; sin embargo, dicho ofrecimiento fue cancelado este mismo domingo sin ninguna explicación.
Dijo que se les solicitaron requisitos como contar con estructuras de concreto para bloquear el paso en cada intersección, algo que sobrepasaba las capacidades económicas y logísticas de la organización. Al respecto, Oswaldo Miranda, director de la Policía de Tránsito, declaró que el control vial estaba a cargo de la Municipalidad de San José.
Según pudo constatar un equipo de La Nación, al filo de la 1 p. m., hora prevista para el arranque de la marcha, la Policía Municipal tampoco tenía cierres viales y los caminantes se mezclan con los vehículos. Solo fue visible un camión municipal cerca del Centro Colón y pocos agentes policiales.
Este sábado, el mandatario Rodrigo Chaves destituyó a la ministra de Cultura, Nayuribe Guadamuz y al comisionado de Inclusión Social, Ricardo Sosa Ortiz, por emitir una declaratoria de interés cultural para la marcha y, además, anuló el documento.
El documento lo habían promulgado, el 18 de junio, la exministra Guadamuz y el viceministro de la Presidencia, Jorge Rodríguez Bogle. Este último firmó en nombre del presidente Chaves porque el gobernante delegó su firma en él, al considerarlo un funcionario de confianza.
Destituida ministra de Cultura, Nayuribe Guadamuz, por declaratoria para marcha del orgullo LGTBI+
Carlos Bonilla, pastor luterano presente en la marcha, sostuvo que la iglesia acude todos los años a acompañar a una población que ha sufrido de persecución injustificada. Pensamos que Dios ama a todas las personas. No consideramos que el tema de la sexualidad sea un tema de pecado”, manifestó.
“Jesús fue un hombre que le abrió las puertas de su corazón, de su casa a todas las personas”, agregó.
