En las cartas de nuestros lectores: un consejo para Cassandra Monge Ramírez, una reflexión sobre la ética, un llamado de atención al Conassif y un comentario sobre un partido político que acaba de nacer.
Cassandra Monge Ramírez, que se queja de las cláusulas ambiguas y las diferencias en la información brindada por el INS, tiene derecho a reclamar y a que se le pague el beneficio. Si existe ambigüedad entre lo que publica el BCR y las condiciones generales, no tiene por qué afectarla a ella al suscribir la póliza y, por tanto, debe cubrirse el beneficio, según el artículo 7 de la Ley Reguladora del Contrato de Seguros. El artículo 11 del Reglamento de Seguros Colectivos establece que, cuando no exista claridad, la aseguradora reparará la afectación al asegurado. Le recomiendo acogerse a la protección del consumidor de seguros de la aseguradora y, de rechazarle su solicitud, plantearlo a la Comisión Nacional del Consumidor del Ministerio de Economía.
Juan Carlos Díaz Solís, Desamparados
¿Cuándo es buena la voluntad? Para Kant: “La buena voluntad no es buena para alcanzar algún fin propuesto; es buena en sí misma”. El deber ser determina la buena voluntad de actuar bien. San Agustín decía: “La buena voluntad es el bien que nos hace buenos”.
La ética pública es el ethos del deber ser del jerarca y el funcionario, donde impera la autonomía de su buena voluntad, la libertad del ejercicio moral, la integridad y la rectitud.
El sujeto ético debe ir más allá de la norma moral institucional; ajustarse a contenidos formales de leyes y reglamentos para armonizar la autonomía de su buena voluntad. Para este tipo de servidores no hay abrasivos, sino principios y valores esenciales. Como dice Helena Fonseca: “Para que una sociedad se mantenga unida se requiere consenso en torno a valores fundamentales. Los valores deben ser una apuesta pública. Una auténtica democracia debe ser el resultado de aceptar principios y valores fundamentales”.
César G. Fernández Rojas, Guadalupe
Coopeservidores se suma a una lista de entidades a favor de las cuales los reguladores no hicieron nada para prevenir su debacle, pese a que mostraban síntomas desde hacía mucho tiempo y la idoneidad brilló por su ausencia.
Miles de millones de muchos costarricenses quedaron pulverizados, dinero que era para el sustento principalmente de adultos mayores. El movimiento cooperativo y el solidarismo han quedado dañados. ¿Qué confianza pueden tener los inversionistas ante este desastre? Por dignidad, los del Conassif debieran renunciar; una buena supervisión habría prevenido estos hechos.
German Alfaro Murillo, Nicoya
Afortunadamente, han surgido varios nombres de personas valiosas interesadas en participar en la política y con aspiraciones presidenciales. Sugiero que con urgencia y a corto plazo busquen alianzas, concilien posiciones, formen equipos basados en lo que los une y fijen prioridades específicas, concretas e ideas creativas sobre un rumbo que permita abordar los principales desafíos y necesidades del país.
Para eso deben, por lo menos a corto plazo, suspender sus aspiraciones personalísimas y entender que no todos, en cualquier momento, pueden ser presidentes; al país se le puede aportar desde muchas posiciones y puestos relevantes. Lo más importante ahora es no dividir, combatir la polarización populista que tanto daño nos hace, formar un bloque político sólido y sano, concentrado en generar una opción creativa, balanceada y constructiva.
Esto permitirá frenar la aparición cada vez más frecuente de personajes ambiciosos de poder, sin agendas políticas claras, que no buscan honestamente conducir al país por el rumbo adecuado y se presentan hábilmente como “mesías” que venden al pueblo humo.
Federico Brealey Zamora, Curridabat
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