La atleta de aventura Ligia Madrigal tuvo que luchar con todas sus fuerzas y mantener la concentración al máximo en esos últimos 800 metros hacia la cumbre del Monte Everest, el tramo más peligroso y difícil del planeta, que va desde el Campo 4 a 8.046 metros sobre el nivel del mar (msnm), hasta el techo del mundo, a 8.848 msnm.
¿Por qué esos 800 metros son tan peligrosos? ¿Qué debe hacer una persona que escala hasta la cima del Everest en ese trayecto?
El frío extremo, la altitud, la falta de oxígeno y el vértigo son algunos de los peligros que debió enfrentar Ligia, quien este miércoles 22 de mayo se convirtió en la primera costarricense en escalar la cumbre del planeta.
El riesgo no solo fue en el ascenso, sino también en el descenso. Esto se debe a que, una vez que llega a la cima, solo podía permanecer allí unos pocos minutos y posteriormente empezar a bajar, lo cual es igual de demandante, porque el cansancio puede convertirse en el peor enemigo del atleta.
Warner Rojas, quien fue el primer costarricense en lograr el ascenso al Everest el 24 de mayo de 2012 (en dos días se cumplen 12 años), comentó que el trayecto es muy complicado.
“Debido a la gran altura en que se encuentra, ella lleva un tanque de oxígeno que puede pesar alrededor de 6 o 7 kilogramos. En ese sector cuesta mucho moverse, la inclinación del trayecto dificulta aún más la travesía a la cima y posiblemente hay muchas personas que también están intentando llegar”, comentó Rojas.
El montañista escazuceño recordó que la nieve y el peso de las botas, junto con todos los elementos de protección para el frío, hacen aún más difícil moverse en la montaña.
Sin duda, el último gran desafío es el llamado Paso de Hillary, en honor a Edmund Hillary, el alpinista neozelandés que conquistó por primera vez el Everest el 29 de mayo de 1953, el cual es una cara de roca vertical de 12 metros de altura, situada aproximadamente a 8.790 msnm.
“Es una subida muy técnica y lenta donde debe cargar todo su equipo. Cuesta caminar por las cuerdas fijas debido al frío. Una vez que se corona la cumbre, el descenso es de mucho cuidado, porque una caída o un resbalón pueden precipitarte al vacío. El esfuerzo es muy grande”, destacó Rojas.
El 18 de mayo de 2023, Madrigal llegó al Campo 4, pero finalmente el sherpa que la acompañaba le indicó que, por su seguridad y su supervivencia, era mejor desistir del ascenso final y no pudo cumplir su objetivo.
