Dos lectores miran con preocupación el problema en las cooperativas, sobre todo en la recientemente intervenida, otros se refieren a problemas comunales, como el retraso en la construcción de la escuela en Boston de Carrandí y las fugas de agua en un acueducto nuevo.
Ahora que está pasando lo de Coopeservidores, hay que recordar lo sucedido con Coopemex, porque desde que quebró, hace casi 15 años, no me han dado respuesta sobre mis ahorros. A las diversas consultas realizadas, no he obtenido ninguna explicación. ¿Sucederá lo mismo con Coopeservidores? El dinero cuesta ganárselo. Que alguien rinda cuentas.
Gerardo Vargas Medina, Guanacaste
El enfrentamiento del Ejecutivo con el resto de los poderes del Estado tiene como fin desviar la atención del pueblo lo antes posible. Y, en este caso, las finales del fútbol nacional no estaban definidas, que es uno de los mejores distractores. Entonces, se acudió al racionamiento eléctrico, que es otro gran distractor.
Hay gente que pretende ejercer presión y otros están interesados en la calidad de vida de la población. El desvío de atención fue un éxito. El ICE hasta olvidó el respeto por el protocolo.
Jaime Morera Monge, Alajuela
El AyA invirtió ¢400 millones en el cambio del acueducto de Escazú, pero desde la inauguración aparecieron una serie de fugas. Algunos empleados de la institución nos comentaron que el material es de mala calidad, el diámetro de los tubos no soporta la presión y las fugas en las silletas se deben a la fatiga del material.
Los vecinos necesitamos que nos expliquen por qué si extraen la tierra y la piedra de un sitio, no la colocan de nuevo en el hueco, pues al no hacerlo se corre el riesgo de desestabilizar el suelo y, por ende, que los tubos se revienten.
Es preocupante también que después de cada suspensión del servicio los tubos no soporten el cambio de presión y el agua corra por nuestras calles. El valioso líquido que estamos necesitando se desperdicia. Si el trabajo se hiciera bien, evitaríamos suspensiones de agua y luz.
Ana Rosa Roldán Porras, San José
La escuela en Boston de Carrandí, cantón de Matina, estaba tan deteriorada que fue demolida cinco años atrás y se construyeron en el salón comunal divisiones supuestamente temporales para cada aula. Pero el material no aísla el sonido que se produce en los “salones de clase”. Debido al espacio reducido y por comodidad, algunos vecinos decidieron enviar a sus hijos a las escuelas en otras comunidades, de Zent o Venecia, por ejemplo.
Acerca del motivo que impide la reconstrucción, no se encuentra información en los medios del MEP. Algunos especulan que no se puede llevar a cabo por un problema legal con el terreno; sin embargo, no se sabe con certeza la verdadera causa. De lo que sí estamos seguros es de que la comunidad estudiantil tiene derecho a recibir lecciones en un ambiente adecuado.
Josseling Ortega Aguilar, Limón
Fui cooperativista desde la escuela, trabajé durante toda mi juventud en una cooperativa agroindustrial y en una de ahorro y crédito. Dejé de serlo cuando vislumbré los problemas internos.
He venido siguiendo desde hace muchos años los problemas y estoy muy preocupado. Creo que en general el cooperativismo anda muy mal, lo que se ha dicho en los últimos días de Coopeservidores podría tener un efecto dominó. Sugiero a las autoridades que controlen los movimientos de dinero con una auditoría al sistema cooperativista.
Luis Gerardo Rojas Rojas, Santa Ana
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