Entre el cielo y el río Huécar se asoman al vacío los balcones de estas impresionantes construcciones de origen medieval.
Suspendidas sobre la hoz del río Huécar, las Casas Colgadas de Cuenca se alzan como un emblema arquitectónico que desafía el tiempo y la gravedad. Este conjunto único de edificaciones, con sus icónicos balcones de madera abiertos hacia el vacío, captura la mirada de visitantes y artistas, además de evocar la rica historia medieval de la ciudad. Declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1996, estas estructuras son un testimonio viviente de la ingeniería y la estética que han marcado profundamente la identidad cultural de Cuenca.]]>