El creador del concepto «caníbal»fue el mismísimo Cristóbal Colón, quien en noviembre de 1492 anotó en su diario la descripción de algunos indígenas bajo ese calificativo.
Los sistemas de percepción, observación y comprensión de lo que denominamos realidad se articulan sobre todo mediante el lenguaje, y en este el «nombre» adquiere la relevancia de dar vida a la «cosa»; de hacerla aparecer y convertirla en real, le confiere estatus e identidad ontológica. Existe lo que tiene nombre, podríamos decir. La etimología del término caníbal arroja pistas sobre la diferente entidad que se les ha otorgado a estos a lo largo de los siglos y sobre la configuración del «otro», del diferente, como requisito implícito a la conservación del statu quo: no hay sociedad que no vertebre sus confines o márgenes de funcionamiento sin dejar fuera a quien no debe traspasarlos.]]>