Miles de francotiradoras, tanquistas y aviadoras soviéticas combatieron con arrojo y destreza contra el enemigo alemán y demostraron, tanto a propios como a extraños, que la guerra no era sólo cosa de hombres
Tras el comienzo de la Operación Barbarroja, y ante la escasez de soldados, las fuerzas armadas soviéticas se convirtieron en pioneras y permitieron la entrada de mujeres en sus filas.]]>