Este miércoles, sin esperarlo, llegó la sorpresa. Mientras pensaba en el frío que pasaría en el vivac de
Ha'il, al norte de
Arabia Saudí, donde las temperaturas mínimas rondan los 3 grados, con sensación térmica de 0º, llegaba la noticia que lo cambiaba todo, o por lo menos, por un día.
"Fabio, te informamos que tendrás una noche de hotel hoy, 8 de enero, para regresar al vivac mañana". Ese fue el correo electrónico que me cambió la cara de golpe. El cansancio, los labios cortados, las manos secas y la dureza de estos días previos dejaban paso a una inmensa alegría inesperada.
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