El Barça jugará la final de la Supercopa de Arabia. Tras un año en blanco, el equipo de
Flick está a un partido de levantar un trofeo. Si juega serio, intenso y efectivo en las áreas como ayer ante el Athletic, y si Pedri sigue demostrando que es el mejor centrocampista del planeta, tendrá números de ganar el título, sea quien sea el rival. El Barça, además, recuperó en
Jeddah dos de sus mejores virtudes de este año: el fuera de juego (le anularon dos tantos al Ahtletic) y la presión alta. Fruto de la anticipación en campo contrario llegaron los dos goles. En el primero, roba Raphinha. En el segundo, la recupera
Iñigo Martínez. El primero lo marca
Gavi, él segundo lo regala él a
Lamine Yamal. Un tanto importante para un jugador que ha pasado un año muy difícil y que, al volver al equipo, su entorno intuye que el Barça quiere hacer caja con él. Pero
Gavi -golpe de mano- no se va al PSG ni a ninguna parte. Ni ahora ni en verano.
Seguir leyendo...