Aunque el frío se está haciendo esperar este año, lo cierto es que el invierno en general siempre nos trae un
aumento de las enfermedades y procesos gripales. No hay mes de diciembre, enero o febrero sin
resfriado o gripe, ese proceso por el que casi todos pasamos pero que para muchos, aunque a veces le restemos importancia,
puede llegar a ser crítico.
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