Que vuelva el fútbol, estará deseando
Jan Laporta y toda su directiva. Pero ese fútbol que el Barça de
Hansi Flick dibujó en colores a principios de temporada en la Liga y que ha mantenido en la Champions League. Ese estilo hambriento de victoria que borre el recuerdo de los partidos de final del 2024. Da igual con
Dani Olmo o sin él. Como un día dijo el presidente actual “el club no puede estar hipotecado a ningún jugador”. Y
Xavi Hernández apuntilló su declaración ganando la Liga sin
Messi. Y me gusta
Olmo, pero no es
Messi. Así que, con la suerte que tiene
Laporta, seguro que
Flick sacará otro baluarte de la cantera o el comisionista
Dein, o
Mendes o algún turco ofrecerá un buen fichaje de invierno. Pero si el barcelonismo tiene ganas de volver a ver a su equipo luchando por todos los títulos, más deseos tendrá el presidente, consciente que los buenos resultados apaciguan y silencian las voces opositoras. Y seguramente también ayudan a olvidar algunas promesas incumplidas y contribuyen a vender los palcos VIPs que tendrá el Spotify Camp Nou, y callan a los socios que consideran inaguantable los 215 euros que cuesta el carnet.
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