El domingo sorprendió que un equipo como Leicester, antepenúltimo clasificado de la Premier League, ganara la posesión de balón
al Manchester City de Pep Guardiola. Y no son pocos los que reprochan al técnico catalán que frenara al fin su profunda crisis de resultados ganando por 0-2 en el King Power Stadium aunque fuera renunciando a uno de sus principios básicos de su filosofía futbolística.
Seguir leyendo...