Hansi Flick ha llegado a la Navidad con una sensación extraña en sus primeros meses como entrenador del FC Barcelona. La mala racha de puntos cosechados en el último tramo de la Liga antes del parón por las fiestas, con un pírrico balance de 5 puntos sobre 21 disputados, ha estropeado una dinámica del equipo en el campeonato de la regularidad que le ha descabalgado de un liderato que práctticamente obtuvo desde el inicio para ocupar a mitad de curso la tercera plaza con 38 puntos, tres por detrás del líder, el Atlético de Madrid, y dos a rebufo del Real Madrid. Pese a todo, la memoria reciente no ha estropeado el impacto que dejó su trabajo previo. Lo demostró la reciente encuesta que Estudi Press realizzó con 300 socios culés para MD, en la que el 8 fue la nota más votada con un 38,6%, seguida por el 9 que le da un 25,6% de los consultados, y lo más llamativo, sin ningún suspenso. Esa percepción positiva del aficionado culé cobra especial valor teniendo en cuenta que la encuesta se realizó en el Estadi de Montjuïc con ocasión de los partidos ante Leganés y Atlético, que acabaron con sendas derrotas del Barça.
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