En la madrugada del 26 al 27 de octubre,
España cambió todos los relojes. A las tres de la madrugada volvieron a ser las dos. Y, pese a que aquella noche dormimos una hora más, la realidad es que desde entonces anochece más temprano. Los días no tienen más de 10 horas de sol y la luna hace acto de presencia a partir de las 17h.
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