Los heridos
Philadelphia 76ers del maltrecho
Joel Embiid culminaron ayer su parodia con otro durísimo golpe en la pista de los Miami Heat y con cachondeo de su ex
Jimmy Butler incluido en el regreso de la arrogante estrella, quien dijo con sorna a los Sixers que se fueran para casa (106-89) después de convertir un partido que su equipo perdía de 19 al principio del segundo cuarto a una victoria por 17 puntos. Su portentosa actuación de 30 tantos con un casi perfecto 8/12 en lanzamientos tuvo mucho que ver.
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