A imagen y semejanza de
Jordi Fernández, el rookie que no se conforma con llegar sino que quiere ganar a la de ya,
Brooklyn Nets no se conforman con ser los amables jóvenes que hacen ruido pero que no estorban, sino que se afanan por apuntarse victorias y molestar. Tras perder pero llevar al límite a Celtics y Cavaliers, el conjunto neoyorquino resultó ser un incómodo rival para un aspirante a playoffs como los
New Orleans Pelicans, que vieron cómo Brooklyn derrochaba hasta la última gota de sudor para asaltar su cancha (105-107) ponerse con 5-6 en el Este.
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