Los grandes boxeadores arrastran consigo historias conmovedoras. No es extraño que tras tener el mundo a sus pies lleguen los golpes más bajos de la vida. El campeón de los superwélter en los años 60 y 70
José Hernández García tuvo desde joven el sueño de ser portero del Barça, probablemente encarnarse en
Ramallets, el meta de
Les Cinc Copes y de los gloriosos años 50. Haber nacido sordomudo le truncó su trayectoria en el fútbol. Sin embargo, en el ‘ring’ lo fue todo pese a su discapacidad sensitiva.
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