Romeo, el penúltimo de la saga, posaba como una joven estrella de cine en el ‘photocall’ del America’s Cup Experience. Como
Valeria,
Paolo Andrea, Siena y Olympia, ya está acostumbrado a que su padre acapare los focos. Pero
Andrés Iniesta sigue siendo tan sencillo como sentimental, agradecido con la vida y sin haber perdido nunca un carácter propio de muy pocos hoy en la estirpe de los futbolistas. En un palmarés de película, los Oscars son para su familia. “Ha sido mi motor. Ahora tengo mi propia familia, con mis seis peques”, confesó recordando al que perdió en 2014. También a los miles de fans que cualquier día le saludaron en un semáforo, en una tienda para pedirle una foto o simplemente abrazarle para darle las gracias por su fútbol y su forma de ser.
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