Fue un golpe de autoridad. Con 10 desde el minuto 20 por expulsión de
Le Normand, la selección española acabó goleando a Suiza en Ginebra en un partidazo en el terreno de juego y en el banquillo. Lo fácil hubiera sido reducir puntas, pero el seleccionador mantuvo a tres delanteros a pesar de jugar en inferioridad. Cambió a
Lamine y
Nico, los dos extremos, pero sacó a
Yeremi Pino y a
Ferran. El barcelonista fue determinante en los últimos minutos. Torres dio una asistencia a
Fabián para el tercer gol y anotó el cuarto.
De la Fuente se salió con la suya porque le dijo al equipo con los cambios que había que mantener el tipo y no renunciar a nada. Fue un golpe de campeón.
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