Nadie quería irse del
Centenario de Montevideo. Ya habían pasado 40 minutos después del pitazo final del argentino
Herrera, ya se había visto el video con los mejores goles de
Luis Suárez, ya se había escuchado los mensajes de
Messi, Neymar, Enzo Francescoli y el 'Loco' Abreu en la despedida de Luis, también había subido al escenario el
Maestro Tabárez para fundirse en un abrazo con el homenajeado, pero nadie quería irse. La gente, el hincha común, fue al Estadio a agradecer. A agradecer a
Suárez por 17 años de adhesión a la camiseta uruguaya, por 143 partidos, por 69 goles, por épica y por resiliencia, por sentirse identificado con el ídolo. Entonces, cuándo la música empezó a desaparecer y el show del final del partido a culminar, igual, nadie quería irse. Porque abandonar ese asiento era asumir que el "9" no va a vestir nunca más la camisa "9" de
Uruguay. Y así es, aunque cueste creerlo.
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