Si España ganaba la Eurocopa nos prometió dejarse bigote y una entrevista con Mundo Deportivo. En verano cumplió la primera parte y el pasado martes al mediodía, en el primer parón de selecciones, la segunda. Pedri González vivió un verano intenso. Un esguince de rodilla le dejó fuera del equipo en cuartos de la Euro, cuando mejor estaba, pero se llevó a un fisioterapeuta y un preparador fisico a Tenerife para trabajar durante sus vacaciones con el objetivo de recuperar su mejor versión para este inicio de temporada. Y lo consiguió. Está siendo importante con Flick, que le ha entregado la batuta del equipo. El canario se siente como nunca, está mucho más liberado, "suelto", como dice él. También en las entrevistas, donde habla claro y asume su rol de líder a pesar de ser muy joven todavía. Ser campeón de Europa significó un chute de confianza y ahora quiere seguir ganando: con la selección y, obviamente, con el Barça, el club de su vida.
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