Uno de los grandes temores de cualquier usuario que disponga de una
tarjeta bancaria es que le
roben los
datos y que se haga un uso fraudulento. Muchas veces ni siquiera somos conscientes de que nos están estafando y no es hasta unos días después, cuando miramos nuestra
cuenta bancaria, cuando nos damos cuenta de que nos han estado
sustrayendo dinero de distintas formas: a veces en un gran cargo, pero muchas otras (más habitual) con varios pagos de pequeñas cantidades.
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