"Si todos los demás lo están usando...", se dijo a sí mismo Marco Arop, plata olímpica en los 800 metros en
París 2024. "Y su rendimiento ha sido maravilloso", constataba ante los periodistas después de su carrera por el metal en unos
Juegos Olímpicos muy rápidos en las pruebas de distancia. En total, se batieron seis de 12 récords olímpicos para las carreras compuestas entre el 800 y el maratón. La pista era nueva, las zapatillas dieron otra vuelta de tuerca a su tecnología, pero había otro secreto detrás más mundano detrás de este pico de rendimiento:
bicarbonato de sodio, más conocido como
baking soda, o polvos para hornear (a veces mal definidos en España como levadura, si bien no son lo mismo).
Seguir leyendo...