El Barça de
Flick, en estos primeros compases de la temporada, está haciendo bien bastantes cosas. Está, por ejemplo, dándole rapidez al juego, transmite espíritu colectivo, pretende ser directo y está mirando al banquillo y a los jóvenes para acabar con energía los partidos. Pero, por encima de todo, está haciendo bien una cosa: ganar. Parece de perogrullo, aunque a veces conviene recordarlo: cuando empiezas algo nuevo es muy, muy importante que las cosas te salgan bien desde el principio. Se ganó al Athletic, como antes se ganó en Valencia, y en ese partido de debut hubo un momento que, con 1-0 en contra,
Cubarsí evitó el 2-0 bajo los palos. Esa jugada fue un punto de inflexión; el Barça se rehizo y acabó remontando, lo que generó confianza en cada futbolista, en el equipo y una dinámica positiva. Este Barça ha arrancado metido en la faena.
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