Kilian Jornet avanza imparable sin encontrar el límite. La extenuación mental y física, a nivel metabólico, es la misión última de su última aventura, que el resto de mortales tacharían probablemente de mera locura. Para él, aparentemente más extraterrestre que humano a estas alturas de la película,
los Alpes amenazan en quedarse pequeños. Su reto de encadenar el máximo número de cuatromiles en el menor tiempo posible deja cifras de vértigo:
51 picos hollados en 12 días, con un total de 780 kilómetros recorridos y más de 50.000 metros de desnivel positivo superados.
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