El Espanyol ha tenido muy pocas horas para lamerse las heridas tras el tropiezo del sábado ante la Real Sociedad en el RCDE Stadium. Un partido donde se encadenó la segunda derrota en Liga, mejorándose la imagen dada en el debut en Pucela, pero perpetuando un lastre dañino: la falta de acierto y gol de un Espanyol muy negado ante la portería rival. Urge pasar página,
afinar la puntería pues a la vuelta de la esquina los de Manolo González visitan a un hueso duro, el Atlético de Madrid que viene de golear al Girona. Será el rival del Espanyol este miércoles y una prueba de fuego para un equipo catalán que necesita empezar a levantar el vuelo.
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