El viejo
Mestalla pasa por ser uno de los estadios con un ambiente más hostil contra el
Barça. Esto le otorga un valor especial arrancar la Liga con una victoria en el feudo valencianista. No cabe duda que el resultado fue lo mejor del partido para los de
Flick, que en dos fogonazos, en momentos tan psicológicos como lo son siempre el último minuto antes de irse al descanso y el primero tras la reanudación, en los que
Lewandowski apareció para marcar sendos goles, que sirvieron para remontar el inicial de
Hugo Duro y para callar bocas, después de una semana en que se pudo en tela de juicio su titularidad, en beneficio de
Marc Victor.
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