Corría el minuto 97 del partido entre España y Alemania en la lucha por el bronce, con las de
Montse Tomé volcadas en ataque en busca de la remontada, cuando la árbitra
Katia García pitó penalti a favor de la Roja. Se abría una ventana a la esperanza. Alexia Putellas decidía tirar la pena máxima porque había estado ensayando en el entrenamiento del día anterior y no había fallado ni uno. No obstante, emergió la inmensa guardameta de 1,80m de estatura
Ann-Katrin Berger para atajar el lanzamiento.
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