El rodaje y nada más. Eso fue lo que sacó en claro el
Real Madrid de su último partido de la gira por Estados Unidos que disputó y ganó (2-1) al
Chelsea. Un
Chelsea que es la sombra oscura de lo que un día fue y que no ofreció más que una débil (y por momentos caótica) resistencia que permitió a los de
Ancelotti sumar la única victoria de lo que va de verano. Y con esas, de vuelta a Madrid.
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